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jueves, 11 de julio de 2013

Play it again






Till there was you

Meredith Willson solo escribió un musical. Pero tuvo suficiente. Bueno, en realidad hizo algunos más pero todos parecían haber salido del mismo. The music man, El hombre orquesta, una de las piezas más queridas de la cultura americana, un hito sin igual en el mundo del espectáculo.
Dentro de esta función, cerca del final, una joven le confiesa a su chico que nada de lo que había a su alrededor tenía sentido hasta que él llegó.  Sonaban campanas en la colina, pero yo no las oía.  No, no las oí hasta que llegaste tú...
Bueno, podéis tacharme de cursi, lo acepto, pero ¿no se sienten mucho más a flor de piel todas las cosas cuando se está enamorado? ¿No habéis reparado por primera vez en algunos detalles que antes os pasaban desapercibidos? ¿No ha cobrado sentido, belleza y encanto todo lo que antes resultaba insulso? A ver si voy a ser yo...
Till there was you es un hermoso tema de amor en un musical lleno de canciones inolvidables. Seventy-six trombones, The Wells Fargo Wagon, My white knight... desde luego Willson se encontraba en estado de gracia cuando decidió componer esta pieza homenaje a su tierra natal, Iowa. Dicen que este muchacho se moría por entrar en la legendaria banda de John Phillip Sousa, una de estas formaciones militares que desfilaban en las celebraciones nacionales, bueno, una de ellas no, la más gloriosa. A bombo y platillo, en rigurosa y perfecta organización, vistiendo coloristas y hasta extravagantes uniformes, derramando optimismo y energía hasta la extenuación. A su querida brass band también rinde homenaje este musical en el que un farsante, un impostor corto de escrúpulos y largo de encanto embauca a un pueblo entero, bibliotecaria incluida.
Una historia inocente sobre gente inocente, un cuento ambientado a principios del siglo XX en una América pateada de punta a cabo por vendedores ambulantes, arañada en la inmensidad de su mapa por trenes abarrotados de buscavidas. Harold Hill cree que puede meterse en el bolsillo a un montón de paletos creando una banda de música que saque a los chavales de la calle y así largarse con el dinero de los instrumentos. Pero el amor arruina sus planes, y una buena chica a punto de convertirse en la solterona oficial de River City -Marian "the librarian"- acaba redimiendo a este pobre diablo cuando le declara su amor sobre un pequeño puente. Y ahí entra el tema que nos ocupa.
El arrollador éxito de esta función de 1957 la convirtió en película poco después. Robert Preston repitió personaje en una cinta de 1962 dirigida por Morton DaCosta en la que Shirley Jones -la rubia inocente y virginal de todas las películas musicales de su tiempo- sustituía a Barbara Cook como la bibliotecaria enamorada. Una curiosidad: el papel de su hermano pequeño, el chico acomplejado al que ayuda el falso profesor, es interpretado por Ron Howard (apareciendo aquí como Ronnie), el director de películas tan conocidas como Apolo 13, A beautiful mind o El código Da Vinci. Aquí se llamó Vivir de ilusión, y no fue precisamente un éxito, tal vez por lo local de su historia y su ambientación, o quizás porque los españoles ya estarían cansados de escuchar los gorgoritos de la Jones (Oklahoma!, Carousel etc).
En una época en la que las baladas de los musicales volaban hacia las listas de éxitos y sonaban en la radio día y noche, Till there was you fue inmediatamente versionada por cantantes y músicos de jazz entre los que se encuentran el saxofonista Sonny Rollins, el tompetista Al Hirt, Anita Bryant, Peggy Lee (quien de verdad popularizó el tema) o la mismísima Nana Mouskouri, muy jovencita por aquellos entonces. Pero "Hasta que llegaste tú" no se convirtió en el clásico contemporáneo que es hasta que llegaron ellos, ¿quiénes? los cuatro melenudos de Liverpool. The Beatles. Cuentan que un primo de Paul McCartney le explicó quien era Peggy Lee y le puso esta canción de la que se enamoró al instante. Según él mismo confesó, hasta mucho tiempo después, incluso tras haberla grabado, no supo que procedía de un musical de Broadway. Pasa tantas veces...
La sexta canción de la cara A del segundo álbum del grupo más famoso de todos los tiempos, With the Beatles, se titula Till there was you. Y fue un pelotazo al instante, como casi todo lo que entonces hacían. All my loving o Plesase Mr. Postman entre otras acompañan la balada que compuso Meredith Willson algunos años antes, cuando no podría ni imaginar que alguna vez su canción sería interpretada por los músicos más célebres habidos y por haber, cuando aún ni siquiera sabría quiénes demonios eran Los Beatles.
Desde entonces ha pasado por los repertorios de muchos de los grandes, yendo del jazz o el soul a la bossa nova sin perder ni un ápice de su encanto. Y en los escenarios ha sido cantada por Patricia Lambert y Van Johnson, Meg Bussert y Dick Van Dyke o Rebecca Luker y Craig Bierko en el último revival de Broadway del año 2000.  Kristin Chenoweeth se la cantó a Matthew Broderick en la estupenda versión para televisión de 2003. Ya la estás buscando por donde sea!
Stage door se despide por esta su segunda temporada -y hasta nuevo aviso- con una canción tierna a no poder más, sencilla en su melodía y sus palabras -como deben ser las buenas canciones de amor- deseando que nos volvamos a encontrar pronto, porque, lo digo en serio, mi vida no ha sido la misma hasta que llegaste tú. Felices vacaciones!