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lunes, 30 de noviembre de 2015

Music & lyrics




Cy Coleman (I´m a brass band!)

Érase una vez un niño pegado a un piano. Un niño judío del Bronx que no hacía más que recoger en sus oídos las melodías y los ritmos que salpicaban las calles del Nueva York de los años cuarenta. El swing que se metió en las venas de este hijo de inmigrantes europeos del este (igual que Gershwin, Berlin o Bernstein, qué casualidad), se le quedó pegado a los talones hasta su muerte, uniendo sus dedos a las teclas y a la imaginación para regalarnos algo que sólo puedo explicar con una expresión en francés: joie de vivre! 

Empezando por Sweet Charity -que no es mal comienzo- y acabando por The Life -que no es mal final- y pasando por Barnum, City of Angels, On the Ttwenty Century o The Will Rogers Follies... este niño prodigio no ha hecho otra cosa que insuflar alegría -pero con letras grandes y luminosas- en el mundo de la canción y el musical americano, y conseguir algunos de los momentos más exultantes del género, y de esos hay unos cuantos...

La carrera de Coleman -bautizado Seymour Kaufman- comenzó ligada al jazz acompañando distintos grupos cuando todavía era un adolescente, ya cansado de exhibir sus dotes tempranas como concertista desde el teatro de su colegio hasta el mismísimo Carnegie Hall. The Cy Coleman Trio llegó a grabar varios discos de versiones de standards justo antes de dar el paso que lo llevó hasta la calle Broadway, de la que ya nunca salió.

Carolyn Leigh, la famosa letrista de algunos de los mayores éxitos de Frank Sinatra (Young at heart, por ejemplo) lo llevó de la mano en los primeros peldaños de la composición teatral. Habiendo colaborado el algunos hits de la época (The best is yet to come o Witchcraft) y puesto música a varios shows de televisión, Leigh y Coleman se lanzaron a escribir su primer musical, la letra de la primera y la música del segundo. Y no se trataba de uno cualquiera, sino del que supondría el debut -y también la despedida- de una estrella de la pantalla llamada Lucille Ball. De título Wildcat (1960), este musical hecho a la medida de la ya madura actriz no tuvo mucha repercusión, pero le dio a conocerse entre los productores teatrales en un momento realmente efervescente.

El siguiente proyecto del tándem elevó algo más su popularidad y prestigio: Little me, un divertido show basado en la novela de Patrick Dennis sobre las aventuras y desventuras de la arribista Belle Poitrine. El hecho de que fuera protagonizado por uno de los comediantes más aplaudidos del momento, Sid Caesar, le dio el espaldarazo que necesitaba para convertirse en el primer gran éxito de su carrera.

Pero el reconocimiento definitivo le llegó cuando en 1964 la consagrada escritora y letrista Dorothy Fields confió en él para montar las canciones de un nuevo show que estaba escribiendo Neil Simon sobre la película de Fellini Las noches de Cabiria. Así fue como comenzó la mayor aventura profesional de nuestro autor y su trabajo más aplaudido.

Escribir Sweet Charity, además de darle sus primeros premios, llevó a aquel niño del Bronx a convertirse en el compositor más cotizado del Broadway de los años sesenta. Temas como If they could see me now, Big Spender o Where am I going lograron entrar por derecho en todas las listas de éxitos, lo cual no es tan fácil cuando se trata de canciones compuestas para el teatro. La infeliz y dulce Charity fue crucial para Coleman, pero también supuso el momento más dulce de la carrera de una de las estrellas imprescindibles del musical, Gwen Verdon, así como para su pareja y director del show, el coreógrafo Bob Fosse que, tanto con la versión teatral como cinematográfica, logró uno de los momentos definitivos de su trayectoria.

Además, el argumento del show le permitió jugar con los ritmos que él conocía a la perfección, desde el jazz y el swing hasta el hippie-espiritual (con el showstopper The rythm of life que literalmente hacía ponerse al público a bailar en mitad de la función), y a la vez reflejar ese submundo urbano de chulos y prostitutas que supo captar mejor que nadie (y al que volvió casi al final de su carrera con la magnífica The Life).

Pero toda montaña tiene una subida y luego una bajada, y tras lograr uno de los mayores éxitos del musical americano de todos los tiempos, lo lógico era descender, aunque el autor supo mantener el nivel en las siguientes piezas que compuso. Seesaw, I love my wife, On the Twentieth Century, Barnum... cada una un tesoro en sí, aunque algunas tuvieran mayor acogida que otras.

Así la vida y la obra de Coleman fueron desenvolviéndose con ritmo y gracia, como cualquiera de sus creaciones, avanzando a través de las décadas hasta llegar a estrenar en los noventa tres de sus mejores piezas. City of Angels, un apasionante homenaje al film noir, The Will Rogers Follies, sobre la figura del cowboy-humorista-periodista-político y gran celebridad nacional, y The Life, una excitante mirada a la fauna de los Peep Shows, las Salas X y los sucios callejones del Manhattan de los setenta, con la que logró, según la opinión del que escribe, no sólo una de las mejores partituras de su carrera, sino de los últimos tiempos del musical americano.

Activo hasta el final de su vida -se le vio hasta el último día supervisando reposiciones, componiendo bandas sonoras, frecuentando teatros, conciertos y galas de premios- murió en Nueva York en 2004 cuando su corazón dejó de latir al sincopado "ritmo de la vida" que siempre le acompañó. Dejando esposa, hija y canciones, una mina de oro de canciones y momentos inolvidables del show business generosos en romanticismo, fuerza y vitalidad.

A la pobre Charity -como a la Cabiria de Fellini y Masina- nadie la quiso nunca, por eso a pesar de que ya no podía caer más bajo, cuando aquel fulano le propuso matrimonio y le dijo que le quería... una gigantesca banda de metales se puso a tocar dentro de su alma. Y no se me ocurre mejor manera de explicaros el efecto que hace la música de Cy Coleman en mí, algo así como si un regimiento de músicos perfectamente uniformados desfilaran a bombo y platillo por las calles y avenidas de mi imaginación.