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jueves, 4 de octubre de 2012

Another opening, another show! (Una historia de Broadway 6)





On the avenue I´m taking you to...

A ver, a ver... ¿dónde nos quedamos? La última clase de historia fue hace demasiado tiempo, así que tendremos que ponernos al día. Déjadme recordar... ah sí, hablábamos sobre la depresión del 29 y de como afectó al mundo del espectáculo durante la siguiente década. Hablábamos sobre la pérdida de la inocencia del showbusines y de la sociedad americana en general. De como los años treinta fueron dulces y amargos a partes iguales para Broadway.
En 1937, a los dos años de estrenarse un hito fundamental en la historia del musical -y la ópera- llamado Porgy and Bess, su autor murió de un tumor cerebral cuando solo tenía treinta y ocho años. Gershwin se fue sin conocer el éxito de su obra magna igual que Colón murió sin saber que había descubierto América. Caprichos del destino. La gran música quedaba huérfana para siempre.
Mientras Cole Porter y Jerome Kern estrenaban Anything goes o Roberta -ambas ligeras y sofisticadas- Orson Welles y John Houseman trataban de llevar al teatro musical hacia territorios de compromiso político y denuncia social. Pero todo tenía cabida en el Great White Way de la época.
Por esos días se estrenó la película que consiguió fijar la imagen definitiva del barrio más popular del universo. Todos los clichés, las situaciones, los sueños, las esperanzas y las decepciones, el fracaso y el triunfo se instalaron para siempre en una calle, la número 42. Por entonces ya había teatros desde la veintitantos hasta la cincuenta y muchos, pero el corazón de la manzana seguía alojado en la 42, junto al New Amsterdan Theatre, uno de los locales más lujosos que pudieron pagar los magnates holandeses. Mientras la construcción de nuevos salones se expandía de norte a sur como una mancha de aceite, una serie de obras nuevas se presentaban hacia finales de la década. Algo estaba cambiando en el negocio del espectáculo.
El estreno de Pal Joey, una de las últimas colaboraciones de Richard Rogers con Lorenz Hart (1940), fue toda una revolución. El tiempo en que los shows se nutrían de buenas canciones que aderezaban endebles historias se estaba acabando, poco a poco se estaba imponiendo la narración por encima de todo lo demás. Y Pal Joey era un buen ejemplo de ello. Esta irreverente farsa sobre un vividor con una moral más que discutible ponía a un crápula de cabeza de cartel. Un cuento sobre damas adineradas enredadas con gigolós de poca monta que escandalizó al mismo tiempo que atrajo a miles de espectadores. En el fondo no hacía más que retratar lo que pasaba en la esquina de enfrente -la América de las buenas costumbres quedaba lejos- pero acompañado de canciones inolvidables como I could write a book o Bewitched...  La mayoría de las parejas que bailaban estas románticas baladas no tenían ni idea de que en realidad hablaban de traición, celos y abandono. Y además sin un final feliz.
Rogers y Hart tampoco tuvieron un final feliz, tras años de estrecha y fructífera colaboración les separó la enfermedad y la muerte del segundo. Para quien sí terminó mejor la cosa fue para un muchacho de Pittsburgh que probaba suerte en Nueva York y acabó quedándose con el papel protagonista: Gene Kelly. Lo demás es historia.
La llegada de la Segunda Guerra Mundial también afectó al panorama escénico -como a todo lo demás- pero desde luego no tanto como lo había hecho la anterior crisis bursátil. Los años cuarenta arrancaron con un impulso patriótico que, claro, también contagió a Broadway. Irving Berlin se alistó en el ejército y se apresuró a componer un musical que se convirtió en himno del espíritu combativo americano, This is the army. Más de cien soldados (entre los que se encontraba el propio Berlin) salían al escenario cantando marchas militares al mismo tiempo que se travestían para representar sketches cómicos o burlescos. Según cuentan las crónicas "estos chicos pasaban su vida ensayando por la mañana en mallas, con fusil y botas militares por la tarde y actuando por la noche sobre tacones altos". Eso sí, todo bajo la supervisión y el beneplácito del ejército de los EEUU. Anything goes!
En aquellos días las luces de Times Square se apagaban de vez en cuando -por ahorro y precaución contra posibles ataques-, pero cuando volvían a encenderse lo hacían aún con más fuerza y más brillo. La guerra estaba cambiando el mundo, pero ya nada podía contra una industria del entretenimiento totalmente consolidada. A eso ayudó mucho una llamada de teléfono, la que el "recién viudo" artístico Richard Rogers hizo al letrista Oscar Hammerstein II. Quería que le echara un vistazo a una obra de teatro costumbrista titulada Green grows the lilacs, a ver qué se le ocurría. Y se les ocurrió Oklahoma! A partir de ahí empezó un largo y ancho camino de colaboraciones juntos, y desde ese preciso instante se puede decir que comenzó lo que se conoce como la "edad de oro" del teatro musical.
Pero eso lo dejaremos para la próxima entrega, que por hoy ya está bien.
Por el momento, y como premio a vuestra atención, nos subiremos juntos a una calesa con flecos en el toldo que nos llevará a una calle en la que los sueños nacen, mueren y vuelven a nacer. On the avenue I´m taking you to...











21 comentarios:

  1. ¿A quién no le gustaría darse un garbeo en la calesita de este muchacho? Aunque no tenga flecos!!
    Ya hacía tiempo que tocaba el "capítulo histórico", y como guarnición lleva un video de la película 42nd Street(1933). Young and healthy -jóven y sano, qué obsesión tienen los americanos con la juventud y la salud oye- con las coreografías imposibles de Busby Berkeley.
    Seguimos con la madrina de Stage door (una de ellas, ok) Mrs.LuPone cantando Bewitched, bothered and bewildered de Pal Joey. Inmensa como siempre en un concierto en Palm Springs (California) en 2007.
    Y finalmente el Valjean al que todos estamos esperando (Conso, estás ahí??) conduciendo la carriola de nuestros sueños. Maureen Lipman y Josefina Gabrielle le acompañan en la producción del NT de Londres, en 1998.
    Y yo estuve allí!

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  3. ¡Hoy me he portado muy bien, he seguido durante la clase atentamente lo que el teacher nos explicó y he hecho ya los deberes! ¡Es la asignatura que más me gusta, espero sacar sobresaliente cuando termine el curso! El tema de hoy ha sido muy interesante, yo no había nacido aún en esos años (soy un joven estudiante), pero por lo visto fue una época muy atractiva. Esa calle con número (¡qué cosa más rara, calles con números, como los edificios!) es visualmente muy curiosa (el prpofesor nos ha hablado de un tal Berkeley, y nos ha dicho que era un precursor de un tal Valerio Lazarov); también me ha gustado mucho una canción de brujas y brujerías que le gustaba mucho a mi papá (aunque él siempre mencionaba a una sevillana del pueblo de las tortas Inés Rosales que por lo visto la cantaba también muy bien); y al chico ese que sale vestido de cowboy lo he visto luego en muchas películas de superhéroes. Mi mamá dice que estos actores lo hacen todo bien, actúan, canta, bailan, y encima son hasta guapos. A mí mamá es que le gusta mucho el cine.

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    1. Jajajajaja!!! Ya lo creo que te has portado bien!! Qué aplicadito te veo este curso!! Ojalá los exámenes hubieran sido sobre estos particulares ¿no?
      Qué arte la de las tortas de aceite de Castilleja! Margarita Cansino para más señas. El Hayworth lo tendría de segundo ¿no? jajajaja
      Y sí que es verdad, qué bien deben hacerlo TODO los superhéroes...

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  4. Angel, felicidades. Además de escribir con estilo, criterio y conocimiento tienes muchísima alma. Permíteme que comparta tu blog.
    Gracias.
    Ignasi Vidal

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    1. Claro que te lo permito!! De hecho es todo un honor que un actor como tú esté entre nosotros.
      Para quien no lo conozca, Ignasi es el actual Javert de Los Miserables (en Barcelona), fue Judas en el último Jasucristo en Madrid, Sir Galahad en Spamalot etc etc... Un cantante excepcional, con una voz profunda y sincera al que considero uno de los pocos talentos que pueden estar a la altura del teatro musical de Londres o Broadway. Y lo digo de verdad, sin peloteo.
      Gracias amigo, por dedicarme un rato de tu tiempo. Y mucha suerte con todos tus proyectos!

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  5. Hola a todos, soy Ana, la pródiga de Córdoba. ¿qué tal la vualta al cole? Mejor no comentar. Acabo de darme cuenta que ya estás publicando otra vez tu maravilloso blog así que voy con retraso pero no me lo pienso perder. Me encantó el video de Top Hat, qué película con Freed Astaire y Ginger Rogers, ¿estará igual de bien el musical? Habrá que ir planeando un viaje a Londres cuanto antes.
    Bueno, pues aqui me tienes otra vez, a la espera de tus maravillosas publicaciones semanales.
    Un saludo a todos


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    1. Querida Ana!! Te he cortado y pegado (eso suena fatal ¿no?) quiero decir, tu comentario que llegó ayer, cuando ya estaba publicando una nueva entrada. Así te pongo aquí, te leemos y te contesto comme il faut.
      Me alegro mucho de verte de vuelta, ya te echaba de menos (yo tambiénn os sigo la pista ¿sabéis?).
      Top Hat tiene que ser como para coger el próximo vuelo y plantarse en el Aldwych en un salto.
      Espero que también disfrutes con esta nueva entrada, de las "históricas", de las que a ti te gustan.
      Un abrazo y wellcome back!

      Ah, las publicaciones no serán ya semanales, lo siento, sino quincenales, que tengo una liá...

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    2. Que bonito lo cuentas todo. Lo que debió ser esa época en Brodway.
      Pero lo que más me gusta de todo es ese actor maravilloso, ese pedazo de hombre cantando Oklahoma. ¡Qué ganas tengo de verlo en la película de los Miserables!

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  6. Atravesando la Andalucía oriental mientras el blogger ronca como una marmota en el asiento junto a mi, aprovecho para revisar la entrada quincenal del stage door.

    Me parece una entrada muy buena, con una documentación espectacular, ya que hace un recorrido por el nacimiento del show business maravillosa. Los vídeos son muy buenos todos, aunque el más entrañable es el de la película la calle 42, especialmente por esa coreografía tan "extraña".

    Pero no puedo terminar sin recomendarle al blogger un vídeo musical que es heredero directo de este show business, especialmente porque ilustra muy bien lo es hoy en día ese mundo. Se llama "tango de pasión", y no digo más porque se desvela el misterio...

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    1. Primero -y principal- yo no ronco. Ni lo hice jamás.
      Y segundo, no oses profanar el santuario que es este blog con sexo fácil, aceites varios, prótesis mamarias desmesuradas, oro (mucho, mucho oro) y billares de barrio marginal.
      Aunque tengo que estar de acuerdo contigo en que a veces lo vulgar puede llegar a er sencillamente sublime.
      ¿Qué piensas?

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    2. No será la primera ni la última historia vulgar que llega a convertirse en un maravilloso espectáculo, y esperemos que siga así durante mucho tiempo. De donde menos se espera sale una historia perfecta para cantar y bailar hasta perder el sentido. A la historia me remito, sino de donde viene que una historia tan poco sustanciosa como puede parecer la trama de Anything Goes, se convirtiese en la maravilla de musical que hoy es, solo por citar un ejemplo.

      Ya se que las comparaciones son odiosas, y puede que el blogger deje de hablarme tras esa comparación, pero ¿quién nos dice que en el momento no hubo alguien que se rasgase las vestiduras?

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  7. Awwww gracias, Angel! Espero que estes disfrutando tus clases con los estudiantes nuevos. Yo se que Ilsa, el resto de nuestra clase y yo te echamos mucho! Este fin de semana voy a Nueva York. Quiero ver un espectaculo de Broadway. No puedo esperar. :D
    Anthony

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    1. Yo también os recuerdo con mucho cariño.
      Disfruta en Nueva York, y espero que me cuentes qué musicales has visto!!
      Un abrazo desde Sevilla

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  8. Antes de que me olvide soy Santi. He intentado escribir con mi identidad pero no me lo permite... nosé lo que pasa, pero no importa, seguiré en el "anonimato"
    La calle 42 fue uno de los primeros musicales que vi en Nueva York y no hace falta que te diga que me dejó marcado. Bestial desde principio a fin.
    Pero el musical original de cuando era? Se estrenó antes la película?

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  9. Hoola
    Con casi una semana de retraso he podido ver el post, es que los viruses se han cebado con mi ordenador.
    Lo siento, yo en este post me quedo con la carriola de la hermandada de Oklahoma, lo que tiene que ser una candela en el campo y echar la cabeza sobre ese hombro, y que en vez de escuchar unos fandangos del Alosno te canten esto. Ay.

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    1. Anda que estamos apañaos con los virus. Menos mal que ya empieza la campaña de vacunación!!
      Wellcome back honey! Y viva la hermandad de Oklahoma!! jajajaja

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  10. Porque lo prometido es deuda y porque tú lo has pedido, con tu permiso, ahí va la crónica (¡¡qué responsabilidad!!) de nuestro recientísimo paso por Broadway. Snif, snif.....

    Pero antes, hay que felicitarte nuevamente por esta entrada. Es verdad que escribes con el alma. ¡Y de qué manera! ¡Qué recuerdos me ha traído esa 42nd Street!

    Bueno, ahí va eso...(en dos partes porque en una no cabía)

    NICE WORK IF YOU CAN GET IT. Imperial Theatre.
    Aunque la crítica ha calificado la obra de pastiche de un musical de 1920, a mí me encantó. Un musical clásico, con una historia facil de seguir, divertidísima, la música preciosa (Gershwin en estado puro, emocionantes especialmente But Not For Me", "Someone to Watch Over Me"."I’ve Got a Crush on You" y por este orden). Un gran reparto, con un Matthew Broderick que posee esa rara cualidad para encandilar a pesar de estar “blandito” en un papel en el que con un poco más de fuerza y energía se podría haber lucido mucho más. Kelly O’hara sin embargo brilla en un papel maravilloso (no sabía que inicialmente estaba pensado para Sutton Foster) y el público la adora (se llevó los mayores aplausos), Michael McGrath y Chris Sullivan también son dignos de destacar y aunque secundarios, se llevan de calle varias escenas. Por todo ello y por la excelente coreografía de Kathleen Marshall merece la pena y mucho la entrada. Y a pesar de que el guión es bastante ligerito, es una de esas happy ending stories que te devuelven aunque sea solo por unos momentos mucho de lo bueno que tiene esta vida.
    CHAPLIN: Ethel Barrymore Theatre.
    Para mí la gran sorpresa. No entiendo de verdad por qué algunas de las críticas más influyentes de Broadway han sido tan duras con esta obra. Aunque el guión puede que no sea excelente, me pareció preciosa en conjunto. La escenografía, las luces y el vestuario son de diez, todo en blanco, negros, grises y plateados. Quizás tampoco la música alcance grandes niveles de excelencia pero es muy acorde y adaptada al estilo y ambiente de los años 50. Robert McClure, is brilliant!!! como reza uno de los carteles a la entrada del teatro y todo el mundo le apunta como el próximo ganador del Tony. Es impresionante como se transforma para dar vida a Chaplin. A los pocos días de ver la obra, paseando cerca del teatro, lo vimos casualmente llegando comiéndose un pastelito con sus vaqueros y su camiseta y dices: Dios mío, ¿¿Cómo puede esta persona tan normal transformarse de esa manera en un escenario???. Hay otra protagonista indiscutible en la obra, la desconocida (al menos para mí) pero magnífica Jen Colella (una actriz que creo y espero que dé mucho que hablar en Broadway) que se roba todo el protagonismo en el II acto en el papel de la malvada periodista Hedda Hopper. El resto del reparto también es buenísimo y el niño que hace de Charlie de pequeño, especialmente emocionante.
    Esta obra se llevó sin duda la mayor standing ovation de las que hemos visto.

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  11. ANNIE. Palace Theatre.
    Hemos visto Annie en las previews, en una función repleta de papás , mamás y niños con sus mejores galas (era festivo, el Columbus Day). Todo el mundo que conozca Annie, sabe que a priori va a disfrutar con esa historia aunque nos quede ya un poco lejana y nos resulte demasiado pueril. El elenco magnífico y tanto el coro de las niñas del orfanato como la propia Annie (Lila Crawford) son para comérselas por los pies. La escenografía maravillosa con unas recreaciones de Manhattan increíbles y Kathy Finneran magnífica como Miss Hannigan aunque en mi opinión, y aunque las comparaciones son odiosas, creo que en su papel en Promises, Promises estaba mucho mejor aprovechada (y creo que no es culpa suya). Estupendo también Anthony Warlow en el papel de Mr Warbucks. Dicho todo esto, hay dos detalles con los que no puedo en esta obra: el excesivo protagonismo del perro y la reiterada presencia de Franklin D. Roosvelt en varios números llegando a dar un poco de "cosa", verlo en la silla de ruedas cantando a pleno pulmón el Tomorrow con el resto del reparto mientras que el teatro da rienda suelta sin ningún pudor a un desbordado extásis patriótico. Y es que estas cosas solo pasan en América ¿¿¿¿donde en otro lugar en el mundo créeis que podría ocurrir que el público aplaudiera más al perro que a Kathie Finneran?????
    De todas formas, recomendaría verla sin duda .
    EVITA. Marquis Theatre.
    El cartel, lo icónico de la obra y la repercusión mediatica de su vuelta a Broadway 30 años después de su estreno, además de sus protagonistas, eran estimulos mas que suficientes para ir a verla ¿no?. Nada más tomar asiento y al mirar el correspondiente PlayBill nos enteramos de que en esa función no actuaba Elena Rogers sino Christina DeCicco (que a pesar de tener una magnifica voz y fuerza no creo que brille como el personaje requeriría) y ahí vino la primera pequeña decepción pues aunque la Rogers ha sido objeto de todo tipo de críticas, no hay duda de que era uno de los atractivos de la obra.
    En general la obra me decepcionó bastante, no me gustó ni su visión simplista de los personajes, ni la música, ni el libreto, ni la protagonista ni siquiera el imponente Michael Cerveris como un Juan Perón intrascendente, con un papel desdibujado y con muy poco carisma (nada que ver con el personaje real).
    Reconozco que la escenografía y el vestuario son magníficos. Del elenco, aunque en general es bastante bueno, destacaría sobre todo, a Ricky Martin en su papel del Che, un obrero argentino, (nada que ver con el Che Guevara)que va narrando de forma bastante crítica, los pasos de Evita a lo largo de su carrera. Y todo lo hace bien, cantar, bailar, moverse por el escenario…. está estupendo. Al parecer durante los meses de Julio y Agosto, Ricky estuvo de vacaciones y el público cayó en picado lo que demuestra que un gran porcentaje del mismo, va en gran parte por verle a él.
    En fin que lo que le diría a un buen amigo como tú si fuera a NYC y tuviera que elegir entre varios shows sería: "evita Evita". Ja, ja, ja..... Aunque claro está que esta es solo mi molesta opinión.
    Me habría gustado ver Newsies que tenía muy buena prensa en las colas del TKTS y bueno, ONCE que es la gran sensación del momento (el poder de los Tonys) pero sinceramente lo que he podido ver de la obra en Youtube sobre todo, no me atrae mucho, no se....Yo soy mas de clásicos.
    Bueno, que me he emocionado escribiendo y creo que ya está bien ¿no?.
    Ni que decir tiene que en cada obra que vimos you were in our minds y que por supuesto Broadway gave us regards to you...

    Paula

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    1. Excelente crónica!! Lástima que llega cuando estamos cerrando este capítulo y abriendo uno nuevo. Pero bueno, lo corto y lo pego para publicarlo como se merece!
      ThankU honey!

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