There's no business like show business
Ya lo dice la famosa canción, "no hay negocio como el del espectáculo". Y de eso se dieron buena cuenta los productores e inversores del Broadway de finales de los años 40. Desde piezas tan célebres como Oklahoma! o Carousel hasta otras menos conocidas como One touch of Venus o Bloomer girl, los éxitos de taquilla se sucedían estimulando cada vez más la puesta en marcha de nuevos proyectos así como el deseo del público de gastar su paga en los puestos de alrededor de Times Square.
La maquinaria pesada ya estaba en marcha, y en gran parte gracias a una serie de autores que garantizaban calidad y espectáculo de primera. A finales de los años 40 la ciudad de Nueva York era consciente de haber creado una marca única que se situaba justo entre el divertimento y la excelencia a prueba de fanáticos y críticos. The "Golden age", la edad de oro, la cúspide, la cima de la montaña a la que nunca más se llegará a escalar del todo.
Rodgers y Hammerstein seguían siendo los reyes del mambo. No solo componiendo, sino en la producción de shows de otras firmas, este tándem seguía dando dividendos inusitados hasta el momento. Cuando Dorothy Fields (autora de los libretos de Redhead o Sweet Charity) les propuso montar un musical sobre la vida de la célebre pistolera Annie Oakley, no se echaron las manos a la cabeza como habrían hecho otros, al contrario, le dieron su apoyo y corrieron a buscar a uno de los padres del teatro musical americano, a un veterano Irving Berlin, el único que según ellos podría salir airoso de tan complicada empresa. Y así nació "Annie get your gun", el musical de mayor éxito del autor, dentro del cual se encuentra el verdadero himno del mundo del espectáculo que hoy da título a esta humilde entrada.
Eran tiempos en que los grandes estudios de Hollywood aguardaban ansiosos la reacción del público teatral para pujar por los derechos y llevar estas piezas al cine. On the town, Call me madam, Guys and Dolls, Carousel, Oklahoma! o la propia Annie get your gun! se convertían en filmes de éxito mientras la MGM luchaba con la 20th Century por ver quién se llevaba el gato al agua (en estos años solía ganar la primera, por cierto). Aunque en la mayoría de los casos nunca conseguían igualar la aceptación que habían tenido entre bambalinas.
Otra pieza que dio el salto del terciopelo al celuloide fue Kiss me Kate, un musical que escribió Cole Porter cuando todos pensaban que ya estaba pasado de moda. ¿Porter pasado de moda? ¿Pero alguna vez ha sucedido tal cosa? El último gran éxito del autor de Anything goes venía de una descabellada idea de la pareja de letristas Bella y Samuel Spewack, convertir La fierecilla domada de Shakespeare (The Taming of the Shrew) en una alocada comedia musical. Ni los Spewack ni el mismísimo Porter habían estado nunca tan inspirados, los primeros ideando la historia de amor y odio en paralelo a la comedia shakesperiana, y el segundo componiendo una serie de temas geométricamente perfectos en música y letras. Another op´nin, another show, So in love, Why can´t you behave, Too darn hot, From this moment on... Tras varios fracasos seguidos -así como sendos episodios dramáticos en su vida personal- Kiss me Kate fue el regalo que merecía su autor y uno de los taquillazos que contribuyeron a que la edad de oro de Broadway lo fuera de verdad, en el sentido más material de la expresión. Corría 1948.
Al año siguiente, el telón del Majestic Theatre descubrió otro éxito sin precedentes, un hito absoluto en la historia de Broadway y en la de sus creadores, South Pacific.
Richard Rodgers y su socio, el letrista Oscar Hammerstein, acababan de sufrir la primera gran decepción de su carrera juntos con un fiasco llamado Allegro, el cual, a pesar de tratarse de una obra valorada por la crítica, no ganó la simpatía de los espectadores. Una obra difícil, minimalista, agridulce y nada autocomplaciente llegó tal vez mucho antes de que el gran público estuviera preparado para bocados tan especiales. Así que con su siguiente pieza tenían que romper la racha, hacer salir otra vez al conejo de la chistera del triunfo. Y así fue.
James A. Michener había publicado una colección de cuentos llamada Tales of the South Pacific en los que narraba las aventuras de un grupo de marines norteamericanos en la Polinesia durante la Segunda Guerra Mundial. El planteamiento narrativo prometía exotismo, romance, comedia y drama a un tiempo, un plato suculento para los cazadores de ideas de aquel Broadway. Dos historias de amor entrelazadas, la de una enfermera del ejército y un maduro colono francés junto con la de un teniente y una joven y bella nativa. También ponía un tema incómodo sobre la mesa, el de las relaciones raciales entre los soldados y la población ocupada. El espinoso asunto del racismo.
En Finian´s rainbow (1947) ya se rozaba la temida cuestión pero en clave de comedia, de una forma ligera, casi frívola, pero aquí sería diferente. Los personajes sufren y reconocen sus prejuicios, hasta hay una canción en la que se habla abiertamente de la educación racista, You´ve got to be carefully taught (Tienes que ser cuidadosamente enseñado), que por cierto estuvieron a punto de tener que retirarla del repertorio, a lo que los autores y el novelista se negaron en redondo. "Si quitáis ese tema haréis que pierda su sentido la obra entera", dijo Michener. Y a pesar de la oposición de los temerosos productores, la función se estrenó al completo, y fue un éxito atronador, y ganó el premio Pulitzer, y se mantuvo en cartel durante 1.925 representaciones, y devolvió a sus padres al pódium del que en realidad nunca habían bajado.
Y volvió a demostrar, por su calidad, su arte y sobre todo, por su rotunda valentía, que por mucho que busques por ahí... es verdad aquello que dicen de que no hay negocio como el negocio del espectáculo.
Continuará.
Esta entrada se la dedico a mi amiga del alma que lleva una semanita la mar de complicada. Para que su sonrisa apague los rigores de las lágrimas, tan necesarias siempre la una como las otras. Porque le encantan estas clases de historia musicalera y porque las sabe valorar mejor que nadie.
ResponderEliminarCreo que era en Hamlet, no estoy seguro, pero cuando borrascas así se ciernen sobre nuestras cabezas, lo mejor es plantarles cara, contar a 100 y pensar: “this, too, shall pass”
Ya nos tocaba volver al cole, que hacía tiempo que pasamos la lección 7 y hasta que lleguemos al estreno de "Rocky the musical" aún faltan…
ResponderEliminarComenzamos con la presentación de la película Annie get your gun y la canción emblema de este show y de todos en realidad, There´s no business like showbusiness. Nunca entendí la elección de Betty Hutton pudiendo tener a la creadora del personaje, Mrs. Merman, pero bueno. Gracias a Blatis Nucas productions por su buen montaje.
Seguimos con una joya televisiva, los acores titulares del Kiss me Kate original Alfred Drake y Patricia Morison cantan la preciosa y divertida Wunderbaar en una producción para televisión de 1958. Impagable, pa comérselos vivos junto con Cole Porter.
Y terminamos con la última reposición de South Pacific, y la primera en Broadway desde el 49. Los que tuvimos la suerte de verla (aunque ya no estuviera la O´Hara) comprobamos lo fresquísima que sigue esta pieza clave del musical, en un montaje de absoluto lujo. Eran los Tonys de 2008.
¿Te acuerdas querida de aquella primera tarde y aquellas primeras entradas en mi mano? Cuánto sueño teníamos y cuánta ilusión…
Me acuerdo perfectamente querido...en el Lincoln Center...en el Vivian Beaumont Theater, con un calor impresionante por culpa de la humedad neoyorquina, recién aterrizados y muertos de cansancio, pero que ilusión más grande y cuánto disfrutamos verdad? La O´Hara no estaba pero menudo actorazo Paulo Szot y lo "güeno" que estaba el teniente!! Subidón de los buenos.
EliminarEl video de Kiss me Kate me trae muy buenos recuerdos...fue el primer musical que vi en Nueva York...y desde ese día a esta bendita locura. Qué preciosidad de musical y cómo alguien puede decir algo malo de Cole Porter...una genialidad.
Annie Get your gun no lo he visto nunca pero tengo el disco de la Peters y Wopat y es una delicia y esta canción es la banda sonora de los musicales de Broadway como la marcha Amargura para la Semana Santa sevillana.
Sonrisas y Lagrimas...jajajajajajaja...es otro musical no? Qué haría yo sin ti? Que sepas que estoy sonriendo de oreja a oreja...y eso es lo más bonito de la entrada de este jueves...la podías haber adelantado al lunes "joío".
Besos miles
Questamospasando
Es que tienes que pensar que el lunes yo tampoco estaba pa ná, bonita...
EliminarAy cuando pienso que la primera vez que fuimos juntos a NY y disfrutamos tantas maravillas (Kiss me Kate, The music man, Fosse, 42nd St...) aún estaba en el Marquis Annie get your gun!! con Reba McIntire ¿te acuerdas? Ahora pienso que tendríamos que haber ido, pero el punto country de ella me echaba un poco patrás. Yo quería ver a la Peters!!! Ahora que he visto vídeos de ella haciendo de la Oakley daría marcha atrás sin duda. Un vozarrón...
Pero bueno, no nos quejamos que no podemos, que revival a revival hemos visto la mayoría de los clásicos de la edad de oro macizo de Broadway. Y los que quedan...
What woul I do without you? Ya me puedes ir diciendo a qué canción de qué musical pertenece esta frase o no vuelvas por aquí!! jajajaja
Un beso, muchas sonrisas, risas y carcajás mu ordinarias!! que nada merece la pena!
Hombre...en el maravilloso Side by Side de Company...pero con una pequeña diferencia, el "I" lo cambiamos por un "you". Pero investigando un poco por si había una canción con esa frase concreta, resulta que la hay...es el título duna canción que pertenece a un musical "The magic tree house", por lo visto basado en una serie de dibujos animados.
EliminarConso
Hoola
ResponderEliminarQué falta estaba ya haciendo otra porción de historia de Broadway.
Si me hubiera jugado en cualquier concurso de la tele un pedazo de premio por decir de qué musical es There's no business hubiera perdido, no tenía ni idea. Y mira que me canto yo esa canción a mí misma cuando el trabajo no me estimula nada, y me siento como un baker o un grocer, sin nadie que me aplauda.
Un abrazo al dedicatario, quien quiera que seas, que nada hay que no se arregle con buen ánimo y esperanza.
Sé que te encantan las lecciones del libro gordo de Petete, a mí también, y me emociono porque me imagino viviendo en esa época y viendo como poco a poco se va construyendo esa pirámide gigante que es el shobusiness americano.
EliminarEa, po si vas a Saber y Ganar (programa que continuará tras la próxima glaciación, tras la tercera guerra mundial, tras la hecatombe final, cuando la estatua de la libertad y la giralda estén semi enterrás, y el Jordi Hurtado estará igualito el joío) ya sabes que acertarás esta inocente pregunta.
Qué temazo, además en la última gran reposición de Annie get your gun (que por cierto fui a ver durante nuestro viaje juntos a NY, rabia rabiña!!) lo cantan al comienzo, a la mitad y al final de la función, sacándole el máximo jugo y adaptándolo a situaciones diferentes. Una gozada!
Un abrazo a ti, y ya cuando nos veamos si dios quiere alguna vez te contaremos en un privado todo sobre las dedicatorias y los dedicatarios...
No hace falta que le cuentes nada...esta es mu larga...me llamó anoche.
Eliminarjajajajaja aquí la que no corre vuela!!!
EliminarEso de que cualquier tiempo pasado fue mejor, en este caso se nos da a pies juntillas y eso que no vivimos esa época, pero sigue siendo cantera inagotable de piezas como catedrales.
ResponderEliminarTuve la suerte de ver el Annie get your gun con la Peters en uno de mis primeros viajes a Broadway y mataría por poder ver una versión moderna del Allegro de Rodgers y Hammerstein, en cuanto a Kiss me, Kate cuando la vi por la Carmello en el Martin Beck Theatre, entonces, ya me caí de la butaca de reírme y la última representación de la versión en Londres con Hannah Waddingham me hizo llorar de reír con su "Where thine that special face" y es que Porter, solo hubo uno
Bueno y de South Pacific para qué hablar.... matrícula de honor con mención especial.
Ahora llegan los "King Kong" o "Rocky" que la sequía de ideas busca nombres con que atraer al público, pero aunque me siento el abuelo cebolleta hablando de estos musicales, lo cierto es que aquellos autorazos dejaron el listón demasiado alto, vamos, infranqueable,
Gracias por traer al momento presente recuerdos tan gratos.
Un abrazo
Gracias a ti por tu comentario! Pues sí, los Kingkones y los Rockys (horror?), y los Spidermanes y los... me tienen mu desencantado de lo que es el musical en estos días. Y sobre todo cuando algunas piezas pequeñas y exquisitas vienen y se van sin apenas dejar huella en las carteleras. Pensando estoy en The Scottboro Boys, que se estrenó en London el viernes pero con fecha de cierre para primeros de diciembre. Así no se puede!!! Y Dirty Dancing sigue en cartel sine die...
EliminarEn fin... con la Bernadette Peters me llevé un enorme sofocón en "Annie get...." cuando comprobé desde mi butaca del Marquis que la chica que salía cantando el Doin´ what comes naturll´y solo se le parecía en los rizos. Qué disgustazo!! Y es que entré en el teatro, inocente de mí, sin reparar en los carteles que anunciaban su sustitución esa noche.
Años después me quité la espinita viéndola en Gypsy dos veces en una semana y retratándome con ella en la puerta del teatro. Ea! Y luego en Follies...
Kiss me Kate la vi por la maravillosa Mazzie!! Pero sé que Carole Carmello estaba genial también.
Un abrazo amigo!
Pedazo de lección de historia del musical la que nos enseñas en esta entrada. Me he quedado con la boca abierta al descubrir que es en Annie get your gun es donde aparece el himno de los musicales. Por fin me entero de uno de las muchísimas dudas que se ciernen sobre mi cada vez que hablamos de musicales... con la de veces que la he tarareado y no tenía ni idea del musical al que pertenece. Es lo que tenemos los que somos insultantemente jóvenes e inexpertos.
ResponderEliminarKiss me Kate ya lo conocía por el disco y la película, pero la versión que aparece en el vídeo es sencillamente maravillosa. Que sencillez y que grandeza a la vez. Lo mismo de South Pacific, aunque no me explico como desde los años 40 no volvió a las tablas hasta los 90... las cosas de la vida.
No nos prives tanto tiempo de la parte histórica del espectáculo... la próxima la podrías dedicar a la participación del lobby judío, por decir algún tema así al azar, jajajajaja
Enhorabuena.
Parece que me has leído el pensamiento –que es lo que sueles hacer por lo general- porque precisamente para la próxima entrada “histórica” pensaba hacer referencia a la importancia del lobby judío en la historia del musical, especialmente patente en los años cincuenta. Y es que en cuanto te cortan el pellejito sobrante, celebras el bar mitzvah y enciendes una menorah ya te puedes poner a escribir, dirigir o protagonizar un musical de éxito. No falla. Ya lo decían en Spamalot “You won´t succeed on Broadway if you don’t have any jews…”. Por cierto, excelente el documental de la PBS sobre los judíos en Broadway, ya te lo pasaré.
EliminarGracias por la sugerencia querido, tus deseos serán cumplidos puntualmente. Besos.
Este apartado del blog relativo a la historia del musical me encanta sobremanera. ¡Cuánto nos gustaría haber vivido en NY en aquellos años de glamour e ingenuidad! ¡Qué conjunto de grandísimos musicales, hoy HISTORIA con mayúsculas! Tienes razón con lo de la elección de Betty Hutton en lugar de la Merman para Annie en el cine, pero ¿no hubiera quedado un poco caballona esta última en pantalla grande? Su voz es maravillosa, of course, pero no me la imagino en color en plan espectáculo circense. A lo mejor los productores pensaron lo mismo (por decir algo, jeje)
ResponderEliminarTienes razón, la Merman era mucha Merman, para el teatro perfecta pero en cine nunca dio demasiado de sí. Nos dice nuestra querida Conso (la Concha Barral de nuestro futuro programa La Calle 43, tú y yo seremos Pou) que en la que pensaron fue en Judy Garland, y lo habrían clavado con ella, pero por lo visto ya estaba mu pasaíta de tó.
EliminarA mí es que la Hutton en este vídeo me recuerda la mar a Leticia Sabater!! jajajaja Nunca pensé que fuera mencionar a tal prenda en este insigne blog!! Upps!
Un abrazo grande pa Valencia!
Un mes llevo sin conexión a internet, y te puedo asegurar que lo que más rabia me ha dado ha sido no poder ver esta página que tanto me gusta y tantas alegrías me da.
ResponderEliminarPor fin hoy puedo verla. Así que en cuanto vea los videos que tienen una pinta estupenda te comentaré.
Un abrazo de Ana
Mi querida amiga, no te preocupes!! Como las entradas son quincenales solo te has perdido dos, y cuando tengas un ratito libre te las miras. Lo de la técnica es un infierno, a mí cada dos por tres se me queda colgado esto, me borra mensajes a punto de publicar (algunos muy largos, con la rabia que da) o me hace cualquier otra jugarreta, así que paciencia con las teclas!
EliminarUn abrazo y que disfrutes!!
Por cierto, en la edición especial que se hizo por el 50 aniversario de "Cantando bajo la lluvia", hay un precioso documental dedicado al trabajo de Arthur Freed en la MGM donde se repasan todos los grandes musicales que produjo, todas las estrellas con las que trabajó, los éxitos y los fracasos. Una de las estrellas a la que más protegió y cuidó fue a Judy Garland. Ella fue la elegida para llevar al cine la historia de Annie O´Klaey pero, pese a los esfuerzos de Freed, la despidieron en el último momento y contrataron a la Hutton. Se conservan todavía unas tomas de la Garland haciendo pruebas de rodaje para la película y los numerosos problemas que tenía...la pobre ya estaba hecha polvo y la MGM cansadísima de ella.
ResponderEliminarConso
Mira lo que le he comentado arriba a Ismael, te contratamos pa nuestro programa de radio. Cuando terminen de dejarnos paraos o jubilaos o lo que puñetas tenga que ser!!! ¿Te imaginas? Tú serías sin duda la especialista en cine musical clásico, que como podemos comprobar, no hay quien te gane!!
EliminarMe habría encantado ver a la Garland haciendo de pistolera. Un papel parecido ya hizo en Girl Crazy, también con sombrero y pistolas. ¿Te la imaginas cantando Lost in his arms? Es mi canción favorita del show.
Gracias por la información!!!
Como siempre, una delicia leerte, especialmente estos trocitos de historia del musical. Yo, del musical clásico, algo pegadete, así que... el libro gordo te enseña, el libro gordo entretiene...
ResponderEliminarY yo te digo contento hasta... que vengas a comer!! jajajaja
EliminarUna delicia leerme, sí, pero anda que no te cuesta ná ponerte joío!! Pero me hago cargo de que te tenemos mu ocupao entre tós!!! Que cualquier día vamos a ver a Johnny get your gun y va acabar con tó los pesaos que tiene alrededor!!
Por fin he leído con calma tu texto y he visto y disfrutado los videos, que maravilla las dos cosas.
ResponderEliminarMi video favorito de los tres el de Sout Pacific, con esa cabnción tan divina que no sabía que era de esa obra, ¡y como canta ese tío por dios!
Me gusta mucho también la foto que pones. Es de Kiss me kate ¿no? Una delicia como siempre.
Ana
Some enchanted evening? Un clásico, una de esas canciones que no solo hablan de un musical, sino de una época, de un estilo, de un estado de ánimo. Paulo Szot es un tenor argentino que debutaba en Broadway con esta obra. Guapo, apuesto, galanazo... perfecto para el papel de Emile. Mejor que Enzo Pinza y que Rossano Brazzi juntos, ¿dónde va a parar?
EliminarMe alegro de que me digas lo de la foto, a mí también me encanta.
Un beso
Por cierto Ana, de los tres de la foto, el chico de la derecha es nada más y nada menos que Bob Fosse, en uno de sus primeros papeles en cine. Creo que eso también influyó en que pusiera esa foto!! Mitómano que es uno...
EliminarNo hay negocio como el del espectáculo y el espectáculo no sería un buen negocio si la gente no hablara y comentara sobre él. Por lo que sin duda alguna, tú con tu blog, sacando los entresijos de los musicales más y menos conocidos, enriqueces el negocio del espectáculo. Tus seguidores acudimos a él gracias a tus críticas. Así que aguardo con ansia que me envíes a tú parecer, cuales son los mejores musicales que están hoy en Broadway. Confío plenamente en ti. Besos!
ResponderEliminarSi yo fuera tú, o mejor, si me pudiera ir con vosotros... (puestos a soñar!) no me perdería tres revivals que están en cartel ahora mismo. Pippin, Cinderella y Annie. El primero un cuento cruel sobre historia y mucho circo, con coreografías del maestro Fosse y un montaje espectacular. El segundo una revisión del cuento de la Cenicienta con música de Rodgers & Hammerstein que me han dicho es una delicia. Y el tercero un cuento de hadas ambientado en la época de la depresión americana, un clásico del musical con numerazos inolvidables. Así que vete rascando el bolsillo! Aunque seguro que para todo esto podéis encontrar half price tickets en TKTS sin problema.
EliminarSi me lleváis me encargo yo!!! jajajaja
Un beso gigante cariño, ya te escribo con más detalles!
Va a ser que se te nota mucho que te gusta South Pacific!
ResponderEliminarComento la siguiente!.
Besos.
Luis.