Michael Bennett (One singular sensation)
Every little step she takes...Sí, es una sensación única ver cada paso que da...
Ya que esta sección la inauguramos -más que merecidamente- con Bob Fosse, hoy seguimos con alguien que, aunque bastante más joven, para muchos fue su más fuerte rival. O tal vez no, porque a pesar de que sus trabajos coincidieron en tiempo y lugar, cada uno tuvo un estilo y una marca de fábrica absolutamente personal e intransferible. Es lo que tienen los genios, toneladas de personalidad. Pero sí es cierto que el apabullante éxito de su obra magna, A Chorus Line, pudo influir en la indiferente acogida que recibió el musical Chicago, ambos estrenados en 1975. Qué tiempos aquellos...
But everything was beautiful at the ballet... Aunque los orígenes de este chico de Buffalo (New York) no fueron nada fáciles, y en su adolescencia tuvo que luchar contra los prejuicios y la intolerancia propias de la época -no fue buena idea ser judío y gay en la América de los 60- Bennett encontró un refugio blindado para su personalidad en la escritura y la danza, y así comenzó a imaginar argumentos y a darles forma y ritmo. A pesar de que su vida estaba plagada de frustración y desprecio, todo era tan bello en el ballet...
I can do that! Una vez que consiguió entrar en Broadway como chico del coro y tras haber desempeñado su primer papel en una gira nacional (Baby John en West Side Story), Betty Comden y Adolph Green (artífices de Singin´ in the rain, Applause, Wonderful Town...) lo ficharon para diversas producciones y así pronto comenzó a imponer sus propias coreografías además de ejecutarlas. En esos tiempos conoció a Donna McKechnie, la que será su mayor fuente de inspiración durante el resto de su carrera y protagonista de su pieza cumbre. A finales de los sesenta ya había participado en obras como Subways are for sleeping, Here´s love y Bajour, con Chita Rivera, pero el verdadero reto llegó cuando decidió contar su propia vida en forma de casting perpetuo -interesante metáfora- y escribió, coreografió y dirigió una de las funciones con más éxito en la historia de Broadway, un verdadero homenaje a la lucha cotidiana de los aspirantes a pisar las tablas de la gran ciudad y la mayor declaración de amor al mundo del espectáculo que nunca nadie realizó, A Chorus Line. Aunque luego llegaron Promises Promises o Company -en cuyos éxitos tuvo mucho que ver- será esta obra la que de verdad lo identifique, por la que obtuvo verdadera celebridad y reconocimiento.
What I did for love... La historia de un grupo de aspirantes en una feroz selección para un nuevo musical, sus ilusiones, anhelos, su desesperada necesidad de conseguir el puesto en esa linea de coro (ni siquiera luchan por el papel protagonista), y cómo se van dilucidando sus propias vidas, recuerdos de infancia y miserias personales. Todo eso sucede en un escenario vacío, sin tramoya -cosa insólita en los montajes de esa época- con un director en la sombra del pasillo indagando sobre sus currículums vitales y metiendo mucho el dedo en cada llaga. Podemos identificar claramente al autor con un par de personajes -Paul y Greg, ambos homosexuales, uno acomplejado por sus traumas familiares y otro descaradamente abierto, muy "out of the closet"- pero en realidad Michael son en cierto modo todos y cada uno de ellos. El guión se escribió en base a una larga serie de entrevistas de meritorios reales grabadas en magnetofón y de ahí surgió toda la trama. Marvin Hamlish puso la música y el corazón, aunque fue nuestro homenajeado quien entregó su propia vida al proyecto. Literalmente, porque aún estando en cartel -permaneció quince años y 6.137 representaciones en el Shubert Theatre, donde hoy hay una inscripción que le recuerda- Bennett enfermó de sida y murió con cuarenta y cuatro años en 1987 -curiosamente el mismo año que Fosse, parece que tenían ganas de juerga en el cielo- después de haber conseguido un premio Pulitzer y un buen puñado de Tonys. Y según sus propias palabras, y las de la balada más hermosa de este musical, nada de esto lo hizo por el éxito o la fama, sino por verdadero amor. Al arte, a la danza, al teatro y en definitiva, a la vida. Y ya sabemos que hay amores tan intensos que nos acaban matando.
Kiss today goodbye...
Recomendamos el documental "Every little step" de Adam Del Deo (2008), donde se narran la carrera de fondo de los autores para estrenar este musical y la de cada miembro del cast para conseguir el papel. Realidad y ficción en perfecta armonía.
Da gusto leerte.
ResponderEliminarMe encanta este adelanto por capítulos del maravilloso libro que estás escribiendo, porque esto va para la editorial cuando termines, aunque conociénmdte no tendrá final.
Gracias, Angel, por estos momentos, y aunque no siempre comento, pues a veces lo leo/veo a través del movil..., sabes que me gusta mucho lo que cuentas (por mi desconocimiento) y como lo cuentas (polr lo ameno que eres).
Pedro
¡ONE! ¡Qué margnífico musical (y que tuve la suerte de ver en NY en su revival)!
ResponderEliminar¡ONE! ¡Qué película más mala se hizo de él, con una dirección de un Richard Attenborough incapacitado para la planificación musical, y un Michael Douglas horroroso! (Deberían filmarlo de nuevo)
¡ONE! Niño, eres ya una Wilkipedia en carne y hueso (muy buenas carnes, por cierto). Cuánta sabiduría y qué maravillosa manera de transmitirla (cómo se nota que eres teacher).
¡ONE! Me uno al anterior comentarista y pido libro YA.
Gracias Pedro!! Da gusto verte por aquí, a pesar de que estarás una mijita perjudicao por la feria. Yo como me he retirado a tiempo a la costa...
ResponderEliminarPro libros no por dios, que ya tengo bastante con lo que tengo... Ahora, si te quieres convertir en mi editor, en tu manos me pongo. Un abrazo
Ismael, ONE por ti!! Me alegro de que te haya gustado esta entrada, ya que tanto tú como yo tuvimos el privilegio de verla in situ. De hecho nosotros la repetimos, mu agonías, antes de regresar a España (el día que mi Conso regrese del exilio lo ratificará...)
ResponderEliminarPor cierto, los videos que he colocado son, el primero, de la gira nacional de ACL, en la que está una ex alumna mía por cierto (Emily, say Hi!!) y el segundo del antes citado revival del 2006.
La Conso se va a tener que llevar un portátil al exilio pa que no se le cuele tanta gente comentando en tu blog. Cuando vuelva verás.
ResponderEliminarDesde mi exilio te diré que ese número del primer video es de subidón total. Lo tengo grabado a fuego desde que lo vi por primera vez, aunque desgraciadamente no fuera en directo en Broadway como vosotros que no os perdéis una.
Para cuando la próxima escapada neoyorkina?
El primer video me ha dejado con la boca abierta, que me gustan las coreografías de tiralíneas... creo que voy a entrar así ahora mismo en la caseta, lo que pasa es que voy a cambiar el sombrero de copa por el de ala ancha, ¿crees que tendré sitio en la caseta para entrar así hasta la barra?
ResponderEliminarMe parecen dos espectáculos maravillosos, y la versación del coordinador, indescriptible... así se explican las cosas para los iniciáticos como yo.
Cuando dice dos espectáculos, hay que leer dos vídeos, perdón pero todavía no estoy al 100%
ResponderEliminarFernando lo llama coreografías en tiralínea y yo lo llamo "mucha gente bailando lo mismo al mismo tiempo".Esto mismo te pregunté yo cuándo fui a Broadway:" Angel, que musical puedo ver y disfrutar dónde mucha gente baile todos a la vez??" yo como siempre tan simpla...jajaja, y tú me recomendaste éste y yo me quedé muerta en la butaca de lo que me gustó.
ResponderEliminarEste ha sido el único musical en Broadway de mi vida y espero que no sea el último.
Muchas gracias por recomendarmelo.
Muchos besos.
Marta
Ay Margot, qué más quisiera yo que irnos mañana mismo!! Pero todo se andará, cualquier día nis liamos the blanket around the head!!
ResponderEliminarFernando: te veo entrando por la portada del V centenario de Magallanes con un chorus detrás a ritmo de claqué!! Más iban a rabiar... jajaja
ResponderEliminarMe alegro de que te guste la entrada.
Y mi Marta, por fin te manifiestas!!! Como se ve que te gustan los montajes a lo grande... pero aunque no en B´way tú hemos visto juntos algunas cosas muy buenas, por ejemplo Spamalot en Madrid, divertidísima. Y ¿qué me dices de Annie en Dublin? Con ese perro dando carreras de una punta a otra del escenario...
Me encanta A chorus line. Vimos el revival en Broadway en feria del 2007. Una pasada, sin grandes alardes escenográficos, pero con una fuerza en la coreografía y en las intervenciones de cada uno de los aspirantes, que te dejaba pegado a la butaca toda la obra. Por cierto, las que estaban detrás de nosotros no dejaban de cantar pero estaban liás, liás porque pensaban que el compositor era Bob Fosse. Al día siguiente o unos días después coincidimos con uno de los bailarines en la cafetería de la librería Barner's & Noble que había frente al Lincoln Center, mu mono, charlando con una chica y regalándole flores. Yo también he visto el documental que recomiendas (claro, se me olvidaba, vivimos juntos!!) y es buenísimo.
ResponderEliminarY cómo olvidar el Mago de Ozz en Galway!!! ciudao el mamarracho del leon, si es que la gente tiene mas que aguantá!!!
ResponderEliminarPerdón, quería decir el coreógrafo, no el compositor.
ResponderEliminarHola!!! He vuelto del exilio y cuánta gente por aquí comentando. El blog es un éxito aunque yo tarde mucho en comentar pero ya sabes que primavera tengo hijo.
ResponderEliminarPor partes...la entrada anterior me encantó. Yo no conocía el musical y en uno de nuestros viajes me recomendaste que comprara el cd...el de Angela Lansbury...y tienes razón es una joya. Qué bueno el video con esos tres monstruos del musical. Raul Esparza como siempre de genial...todavía me acuerdo cuando lo vimos en "Company" celebrando mi cumpleaños...qué bien canta. Donna Murphy en su papel, simpática, cómica y cantando como los ángeles...y qué bien rodeada está en el video y Sutton Foster maravillosa (ya le hemos dedicado toda una entrada). Sin palabras con Doña Bernardette.
"A Chorus line", ¿Qué podemos añadir a lo que has comentado? Lo has definido perfectamente. Es uno de los musicales que más me gustan...supongo que por las coreografías que son espectaculares pero también por la carga emocional de todas las canciones y por los propios protagonistas que al final te hacen partícipe de sus vidas.
Qué lástima que esa enfernedad tan fatídica se llevara tan pronto a Michael Bennet...la de cosas que podría haber hecho este genio.
Qué recuerdos tan bonitos me trae el video. Juanito, no me acordaba de la lía que tenían las de atrás...para que luego digas que no tienes memoria. Yo estaba embelesada, qué maravilla, nos gustó tanto que Ángel y yo repetimos un poco antes de coger el taxi para el aeropuerto. Nos hicimos fotos con todos los protagonistas, qué lindos todos (chicos y chicas) y cómo está Michael Beresse, qué guapo!!!
Yo también recomiendo el documental...es una buena manera de darte cuenta de lo difícil que es todo ésto de Broadway.
Besos...prometo no tardar tanto next time.
Conso
Promises, promises
ResponderEliminarLo siento pero a mí me encantó la película A corus line, me parecio en su tiempo una maravilla y aun me sigue gustando mucho. Ojala hubiera podido ver ek musical pero la pelicula es muy buena
ResponderEliminarHace muy poco tiempo
ResponderEliminary casualmente vi este musical, maravilloso
y lleno de un aire muy bien mezclado de ilusión y tristeza,
Me gustaría seguir diciendo cosas sobre esta obra pero......
Permiteme que me limite a ..... Estoy absolutamente
Impresionado! Tu forma de narrar, de describir,
de expresar es mas que un arte! Siento no tener palabras
Que es lo que seria digno aqui pero me he quedado tan perplejo
Que casi no se como decirlo!!
Simplemente, ojalá algún día sea digno de recibir
una descripción de estas características
porque aunque fuera negativa suplicaría que la hicieras tu!!
Gracias por abrir esta casa llena de arte, biografía y magia
Un abrazo y desde mi máxima sinceridad enhorabuena!
Gracias Víctor!! Ya sabía yo que te iba a gustar la entrada sobre Bennett, y es que solo los que entregáis vuestra vida al baile sabéis de verdad lo que eso conlleva de pasión, dolor, locura, magia, sacrificio, ilusión y desesperación. Todo así, a lo bestia ¿no? Pero ¿a que lo hacéis por amor? ya lo dice la balada... No me llames artista porque tú sí lo eres, yo solo me limito a poner un poquito de luz sobre el olvido (pero yo te hago las biografías que te tenga que hacer!!)
ResponderEliminarUn abrazo rey!
Por cieto -y aunque tú seas mucho más guapo- que sepas que Juan y yo te hemos encontrado mucho parecido con el protagonista de esta entrada...su estilo, su espíritu...y su físico!!
Curioso el artículo sobre Bennet, no lo conocía o por lo menos no lo conocía como coreógrafo aunque sí había visto sus coreografías. Por desgracia no en vivo en un teatro de Broadway, pero sí en cine o TV.
ResponderEliminarHay algo de pintura geométrica en esas líneas perfectas en la que cada bailarín se convierte en un simple punto de la linea. Esos exactos juegos de figuras que me recuerda al gran Busby Berkeley, posiblemente ese hacer olvidar el baile individual para que cada bailarín sea parte de un todo para engañar el ojo del espectador formando pétalos de flores que se abren, olas que se desbordan o líneas que se cruzan con una perfección, a veces, casi inhumana. Es muy clarificador el título de Chorus Line para explicar su aportación a la creación coreográfica, algo que me atrevo a denominar "ejercito de bailarines en un maravilloso desfile de arte y color".
Curiosa su participación con el papel de Baby John en la memorable West Side Story.
Hablar de A chorus line, es tan dificil... Y tu lo haces tan bien!
ResponderEliminarEs como el principio de muchas cosas en cuanto a teatro y no solo musical se refiere.
Algunos tuvisteis la suerte de verlo en NY. en el
revival, sino seriais abuelitos, yo como no tuve
la oportunidad, os cuento que lo vi en Madrid,
allá por os ochenta y tantos, y si alguiencomenta que la pelicula es nefasta, lo que apoyo totalmente, con una sola excepción, el
actor negro Gregg Burge, que después hizo en teatro Songo and dance y demostró que era un monstruoso bailarin, aunque después perdimos su pista... A lo que voy, que aqui en Madrid, fué
tal vez uno de los PEOREs con mayusculas, montajes de musical importado, con actores que
eran covers de covers de compañias americanas, que se aprendieron como loros el texto en español y asi lo decian, sin saber ni que significaba. Lo vi un par de veces, ya que tenia entonces posibilidad de invitaciones...
Y ni así. En fin una pena, duro poco, no me extraña.
Nuestro anfitrion y Consito, pudieron ver el revival, que antes mencionaba, y me trajeron un recuerdo... una estupenda foto con un pedazo de rubio... ellos saben... preguntadles!
Muchos besos. Y que siga!!!!
Luis. Besos.
Qué bueno lo que dices Antonio! Esa geometría imposible y perfecta. En eso las más exageradas son las coreografías de las Rockettes del show del Radio City Music Hall, no son humanas, de verdad. A mí particularmente me ponen más las composiciones menos aparatosas o simétricas, aunque me encantan también, pero yo soy más de Fosse. Menos correcto, más sucio (aparentemente, claro, porque detrás siempre hay un montón de curro) pero más canalla...
ResponderEliminarVerdad Luis, la de sofocones que nos hemos llevado por culpa de algunos quieroynopuedo del "nuevo Broadway", dejando aparte algunas cosas estupendas que nos sorprenden de vez en cuando. Yo sí tuve la suerte del vez el primer revival de verdad que se ha hecho de A chorus, y fue una auténtica gozada. Lo mejor, la fidelidad al original, en todo, hasta en la ropa, y ni que decir en los movimientos... una experiencia super setentera, un paraiso para los nostálgicos de aquel Broadway contestatario y rompedor.
ResponderEliminarMuy buena la entrada Angel. Reconozco que no soy mucho de musicales, y no porque no me gusten sino porque desconozco bastante. Pero si que es verdad que la música y el baile son las que pueden despertar en mi una pequeña afición por este género.
ResponderEliminarCasualmente hace unos dias mi padre me enseñaba un video de Bob Fosse en el que aparecia interpretando el papel de la serpierte en la versión cinematográfica de Le petite prince. Me quedé alucinado con su pasos, su pose y su estilo. Y más aún al comprobar que mi admirado Michael Jackson se había nutrido a más no poder de sus coreografías. Supongo que lo habrás visto pero si no te lo recomiendo. Billy Jean 10 años antes.
Y con respecto a Michael Bennett, gracias por descubírmelo, me ha gustado bastante. Y es curioso lo que comentas de las geometrías porque a mi de siempre, al ver este tipo de coreografías, me han recordado a artistas como Duchamp o Boccioni.En su forma de descomponer los cuerpos. Y tengo la sensación a veces que solo hay una persona en el escenario y su movimiento se prolonga como estela.
En definitiva me ha gustado bastante.
Siempre es un gusto leerte Angel, aunque no me manifieste. Pero no es mi culpa, es que el joio blogspot se resiste a poner el botón de " me gusta", que para tu blog vendría estupendo.
Un beso. Ale