The heat is on in London
No sé cómo empezar esta crónica de siete días en la gran ciudad. ¿Lo haría en orden cronológico? ¿Alfabético? ¿De calidad? ¿De menor a mayor o de mayor a menor?
A ver, si tuviera que comenzar hablando de lo que más se ha grabado en mi mente lo tendría que hacer con la foto que ves arriba. El detective privado Stone con la barbilla partida de Tam Mutu en una imagen en blanco, negro y sepia sobre el escenario del Donmar Warehouse.
Encontrarme en Londres con uno de mis musicales favoritos de uno de mis autores favoritos, Cy Coleman, poder ver por primera vez lo que tantas veces imaginé y además en una producción absolutamente perfecta... ya solo por eso merece la pena la pasta que se me ha ido entre los dedos la semana pasada. El valiente concepto, la puesta en escena, los decorados, el vestuario, la dirección de actores, la orquesta.
City of Angels lo tiene todo menos sitio para que todos los que matarían por verlo puedan entrar, dadas las reducidas dimensiones del emblemático Donmar.
Cada tema de su autor es una delicia con toda la carga dramática y cómica que se puede esperar del score de un musical, así como la original historia -o historias- que cuenta, la realidad del escritor y la ficción del personaje que se le rebela, policromía a un lado del escenario y monocromía de grises en la más fiel recreación del film noir al otro. Y cantado por esas voces... No quiero que penséis que es pasión, aunque lo es, siento pasión por las cosas tan bien hechas. Pero es que creo que pocas veces en mi vida he visto un cast tan compacto, tan soberbio. Todos y cada uno de los personajes de esta pieza coral recrean la versión definitiva de cada tema, comenzando con el cuarteto de color que conduce la acción a ritmo de vocalesse hasta los protagonistas, de entre los que tengo que destacar a una increíble Samantha Barks, a la que vimos como Eponine en la película Les Miserables, Rosalie Craig -maravilloso su With every breathe I take-, Rebecca Trehearn bordando un simpático You can always count on me- Tim Walton, Peter Polycarpou o el ya citado Tam Mutu que clava su personaje desde el instante en que lo ves aparecer en escena. Pero mi personal descubrimiento ha sido Hadley Fraser, encarnando el personaje del escritor Stine y que emociona cada vez que abre la boca. En el dúo más conocido de la obra You´re nothing without me, tanto él como Mutu te dejan con la boca abierta por lo que consiguen tanto física como vocalmente. Astonishing! como dicen por allí cuando algo les pone los vellos de punta.
Creo que nunca he visto a un público levantarse tan de golpe al acabar una función como en Miss Saigon. Parecía que el Prince Edward había instalado resortes en los asientos, pero no, el resorte lo teníamos todos en el corazón después de casi tres horas de disfrutar a más no poder.
Si tuviera que emplear una expresión para describir esta producción tendría que ser "impecable". Aunque ya vi la primera en Broadway (lamentablemente ya sin Lea Salonga y Jonathan Pryce) de verdad no recuerdo haberme emocionado tanto no solo con lo que cuenta sino con su genial ejecución. Bueno, tal vez los años me estén volviendo más sensible, pero creo que esa no es la razón, la verdad. Es que el revival de esta obra del 89 se ha planteado con una combinación perfecta entre respeto al original y una grandilocuencia que aunque está a punto no se llega a pasar ni un milímetro. Dejando a un lado los aspectos técnicos -que es mucho dejar-, una bestial maquinaria que funciona como un reloj suizo, dejando a un lado las soberbias nuevas orquestaciones -con mi amigo Alfonso Casado al mando de un batallón de músicos inmejorables- tengo que detenerme no solo de los protagonistas sino en todo el cast, hasta en el último figurante. Pero los protagonistas... uff. Eva Noblezada como Kim y Alistair Brammer como Chris derrochan profesionalidad siendo aún unos niños, aparte de una química que emociona desde que se cruzan por vez primera vez sobre el escenario. Pero el que se lleva el gato al agua es el filipino Jon Jon Briones en el papel del Engineer. Claro es que el personaje del ambicioso y desgraciado proxeneta está diseñado para zamparse la función de un bocado, pero en este caso es que logra hasta que nos olvidemos del mismísimo Pryce del original. El Olivier de este año es suyo, no hay duda. Lo que puede chillarle la gente al final de ese apoteósico American Dream por dios...
The Scottboro boys no me sorprendió en exceso pero no por que no fuera tan genial como prometía, sino precisamente por eso. Ya sabía lo grande de la partitura de Kander & Ebb, ya sabía de la genial dirección y coreografía de Susan Stroman y ya sabía, porque había leído varias reseñas, de lo excelente de la compañía que lo está reponiendo en el Garrick Theatre. Así que simplemente me dejé llevar por esta potente función que te atrapa durante dos horas sin interrupción a ritmo de ragtime, gospel y jazz. Y a golpe de emociones en una historia de injusticia que tiene mucho cuidado con no ocultar ni una letra del mensaje tras los oropeles de la música o el baile. Un diez para la escenografía y el vestuario, de un minimalismo tan audaz como inteligente.
Sí me sorprendió algo más un musical que tenía archivado en mi memoria así como en mi estantería desde hace más de diez años, Urinetown. Nunca pensé que llegaría a ver este show, a pesar del éxito que tuvo en Broadway allá por el año 2001, pero no es el tipo de obra que uno se espera que vayan a reponer mucho. ¡Y cómo lo agradezco! Este atrevido, rompedor, divertido y salvaje musical ofrece momentos en los que no sabes si reírte o salir corriendo, y tanto la puesta en escena como el reparto son de primera calidad. Logran contarnos una oscura sátira con un montón de personajes sórdidos y desagradables, con un vestuario mugriento y unos decorados que huelen a cloaca, y sin embargo nos mantienen embelesados en todo momento. Claro, que de esto tienen la culpa las espléndidas canciones de Mark Hollman, uno de los autores más interesantes -y menos pródigos- del panorama actual.
Quisiera pero no puedo decir lo mismo sobre David Yazbeck, el autor de Dirty Rotten Scoundrells y Women on the Verge of a Nervous Breakdown, otros dos de los shows que he podido ver estos días. A pesar de que la primera me ha parecido divertida y excelentemente realizada -no tanto la segunda-, ni las melodías ni las letras de este autor acaban de llegarme. Ni me parece suficientemente cómico cuando se trata de serlo ni dramático o sentimental cuando toca. En especial en la versión musical de las Mujeres de Almodóvar, hay veces en las que la música no se corresponde en absoluto con lo ligero de la situación, quedando fuera del ritmo que requiere la cosa.
Pero el problema de este musical no es solo ese, es que además en la versión que ahora se estrena en el Playhouse de Londres han eliminado algunas de las mejores canciones de un score ya de por sí no muy potente, y no sé por qué. En especial uno de los temas más divertidos y marchosos que canta Patti LuPone/Lucía en el original de Broadway, Time stood still que además explica a la perfección por qué esa mujer se quedó anclada en los años sesenta. De verdad incomprensible, y lo único que logran con eso es que pierda gracia y ritmo una función a la que debería sobrarle comicidad pero acaba por aburrir un poco. Aunque hay aspectos destacables como algunas interpretaciones (excelente Hyden Gwyne cantando Invisible, cerca del nivel de la LuPone), en general la adaptación, mucho más humilde que la que se estrenó en el Belasco de NY hace unos años, resulta torpe y lenta.
Para acabar pronto con el capítulo de críticas negativas (y sin querer convertirme en el Carlos Boyero de los musicales, no por dios), apuntar una pequeña decepción con White Christmas, un musical que ansiaba ver desde su estreno en Broadway y que prometía más de lo que finalmente ofrece. A pesar de que no puedo negar lo que disfruté con las espléndidas canciones de Irving Berlin, tengo que decir que la puesta en escena resulta algo rancia sin necesidad de serlo. Es que algunos confunden clásico con añejo o cursi, y para nada tiene por qué ser así. Ni las coreografías son tan espectaculares como esperaba -a pesar de contar con un enorme cuerpo de baile- ni desde luego el cuarteto protagonista conseguía que nos interesáramos por una historia que ya de por sí tiene poco interés. Ni eran tan guapos como los del original ni tampoco cantaban tan bien. Y al contrario de Women on the Verge... este montaje no es precisamente barato, se nota el dinero empleado pero por desgracia no luce.
Justo lo contrario sucede con un pequeño musical que dan en una pequeña sala al otro lado del Támesis, la Menier Chocolate Factory que aún no conocía (mea culpa!) a pesar de ser el escenario del que han salido algunas de las mejores propuestas de los últimos años. De chiripa pude conseguir un par de tickets para ver el nuevo montaje de Assassins de Stephen Sondheim, en un minúsculo espacio abarrotado por un público entregado desde que empieza ese electrizante Everybody´s got the right con el que arranca este oscuro y soberbio musical que nunca había visto.
Este Assassins me reafirma -y ya no me extiendo más, lo juro!- en la idea de que en el teatro lo menos suele ser lo más, y aunque esta versión no es tan simple como parece -la puesta en escena y los cambios de decorado son precisos y generosos- lo que sobresale es sin duda el tremendo relato que cuenta y las bestias pardas que lo ponen en escena, que es como tiene que ser.
Esa es la grandeza de Londres y su teatro, que igual puedes encontrar excelencia en un vetusto local con tres mil butacas forradas de terciopelo rojo, que en un pequeño salón al que hay que acceder a través de un bareto que solo se silencia cuando comienza la obertura. Ay las oberturas... cuánto me gustan. Ocho he disfrutado estos días, como ocho promesas de felicidad que nos hacen relamernos mientras nos acomodamos en el asiento y nos estiramos para que no nos estorbe la cabeza del que está delante.
Pero ya para acabar lo que suena es la exit music que nos acompaña mientras recogemos los abrigos aún fascinados con el final del show, pensando cuánto tardaremos en volver a ocupar esa butaca. Espero de corazón que muy pronto, ¡y que esta vez puedas venir conmigo!
Esta primera entrada de 2015 se la dedico a alguien que cada noche (y alguna que otra matiné) tiene el privilegio de meterse en el foso del Prince Edward Theatre y hacernos soñar con maravillosas músicas y emocionantes historias. A mi amigo Alfonso, al que agradezco profundamente que me dejara pisar ese enorme escenario y me enseñara los entresijos de un mítico teatro, aún con la emoción de acabar de ver este soberbio espectáculo.
ResponderEliminarGracias de corazón y enhorabuena maestro!
The heat is on in London!! No lo dudes, y que Broadway se ponga las pilas porque la capital del Reino Unido le está echando la pata!
ResponderEliminarParafraseando el temazo con el que abre Miss Saigon, es precisamente este el primer clip que coloco en este año 2015 recién estrenado. Se trata de una actuación en el Royal Variety Performance de 2014, un mega concierto al que cada año acuden los miembros de la Royal Family. Is good to be king!! Eva Noblezada, Alistair Brammer y Jon Jon Briones dejan al público con la boca abierta con este aperitivo de lo que es un gran banquete musical.
Seguimos con un “commercial” de la reposición de Scottboro boys en London. Dura muy poquito pero nos da una idea de la pasada que es.
Dirty Rotten Scoundrells es un musical excelente que se mueve entre lo más clásico y lo más moderno con total soltura, como en el tráiler que cuelgo se puede ver. El protagonista, Robert Lindsay, es todo un ídolo en Inglaterra popular tanto por su trabajo en televisión como en teatro. Y derrocha oficio sobre las tablas del art noveau Savoy Theatre.
Ni he podido encontrar nada de la versión de Assassins de la Menier ni del City of Angels del Donmar, y mira que he buscado. Por eso acabamos hoy con una de las baladas más divinas escritas para el teatro, With every breath I take, del musical de Cy Coleman. Canta la magnífica vocalista georgiana Maia Baratashvili y nada tiene que envidiarle a Sarah Vaughan o Diane Schuur. Además en el clip se insertan imágenes de una de mis películas favoritas del mundo mundial, Un lugar en el sol, con Monty Clift y Elizabeth Taylor más guapos que nunca, que ya es decir. Y no digo más, lo que me enrollo por dios!
Esto no es sano.
ResponderEliminarHa sido leer tus memorias de London y me moria de ganas por volver. Menos mal que vuelvo prontito, lástima que ya no esté ese "Urinetown" que quería repetir y me guardé para esta escapada, pero mira, tu comentario sobre "Mujeres ..." me va a hacer cambiar la prioridad y lo mismo intento repetir "City of Angels", que aunque pude ver dos veces, está tocada por la varita de la perfección y dudo que otra vez se pueda ver con semejante reparto y montaje tan exquisitos.
Hadley Fraser fue el primer Raúl que me hizo entender que Christine dudase si irse con el Fantasma o con él, cuando lo vi en el Albert Hall en el 25 Aniversario del musical y luego me dejó boquiabierto en Chichester cuando lo vi en "Pajama Game", donde además de cantar -no hace falta que te diga cómo canta- bailaba estupendamente unas vigorosas coreografías, además con Peter Polycarpou también en el reparto. Ahora en este musical cada vez que tiene que dar la nota, da el pentagrama completo. Además el señor no hizo el "Pajama Game" en Londres, porque tenía compromisos previos para hacer teatro clásico. O sea, que tanto vale para un roto, como para un descosido. Lo de Samantha Barks tampoco tiene nombre es insustituible en el papel y estoy seguro que todavía va a dar muuuucha guerra. Por supuesto el resto, está genial también Rosalie Craig, Tam Mutu, Polycarpou, Tam Mutu o Rebecca Trehearn, son un DIEZ cada uno por separado.
Bienvenido al Club de los Amigos de la Menier y aún tienes por descubrir el Union Theatre, otro de mis favoritos desde que vi tiempo atrás, nada menos que "On the Twenty Century". Bueno, no quiero distraerme. Por supuesto ese "Assassins" ha sido para mi el mejor Sondheim que he visto en la Menier y eso que vi las producciones de "Little night music", "Sunday in the park with George" o "Merrily will roll along" que recuerde y es que la escenografía, el look y el reparto están todos geniales y no es que los anteriores no estuvieran bien, sino que este me atrapó desde que atravesé la cabeza gigante del payaso de feria.
"Dirty rotten" me gustó mucho cuando la vi, pero no me quedaron esas ganas de repetir y encima cuando supe de algunos cambios en el reparto, me enfrié bastante y no te digo nada de "White Christmas" porque me dejó bastante frío también y sólo se salva como dices la música de Berlin, pero para eso te pones el disco en casa.
De "Miss Saigon" no te digo ná, que luego se sabe tó. Siempre fue uno de mis musicales favoritos y ahora con los nuevos arreglos y esa puesta en escena tan milimetricamente calculada, aunque parece tan sobria y natural, con esa partitura que me entusiasma y que estoy deseando volver a escuchar cerquita del foso de la orquesta para dejarme envolver por la música, eso sí si me garantizan que Alfonso dirige y están todos los titulares del reparto. ¿Y ese Thuy?. ¡Menudo descubrimiento!. ¡Es como que hubieran reinventado el personaje!. Algo parecido me ocurrió con Grantaire en el 25 aniversario de Los Miserables, era como si antes no existiera.
Lo de London no es nivel.... es nivelón.
Un gustazo compartir afición y coincidir en lo básico. Un abrazote y gracias por mantener vivo el recuerdo con tu entrada.
Gracias a ti por tu generosísimo comentario!! Es verdad que el personaje de Thuy que antes me había pasado desapercibido aquí está que se sale! Lo comentamos al salir del teatro, y mira que es desagradecido el papel, pero ese - a ver si lo puedo escribir sin equivocarme- Kwang-Ho Hong es una verdadera máquina.
Eliminar¿Y la Gigi? Cuando esa chiquilla comienza a cantar The movie in my mind (uno de mis temas favoritos de la función) se me cayeron dos lagrimones como dos peras! Y otra que me gustó bastante fue Tamsin Carroll como Ellen, aunque algunos la critican porque su personaje incluye algún cambio que otro, pero a mí me pareció excepcional ese duo Still Believe. A esta ya la había visto en Barnum en Chichester y me encantó!
¿Y qué me dices del vozarrón negro de Hugh Maynard? Uff, bestial! En fin, que si seguimos no acabamos, porque es lo que ya he dicho, todo, absolutamente todo el cast es perfecto. El Sr Makintosh no se anda con chiquitas, no hay más que verlo!!
Un abrazo Paco!! Y a ver si alguna vez coincidimos por tierras británicas!
No me pierdo ninguna! Gracias por la dedicatoria y la alabada crítica!!! La compartiré
ResponderEliminarAlfonso
No mereces menos!!! Un abrazo deseando volver a sentarme en el Prince Edward!!
Eliminaraww que bueno. Quiero ir a Inglaterra contigo!
ResponderEliminarohh tengo que decirte, manana tratare a ver a hugh jackman en "the river" o jake gyllenhaal en "constellations" en broadway, no puedo esperar! jaja
Anthony
Pues cuando quieras!! Bueno, y cuando ahorremos, porque de allí se viene con el corazón lleno pero la cartera vacía!! jajaja
EliminarQué suerte haber visto a Hugh Jackman ¡en la primera fila! Wow, qué se siente teniendo a esa bestia a escasos metros durante dos horas???
Un abrazo Anthony!
Que envidia y que ganas de volver a sentarme en la butaca de un musical...
ResponderEliminarLa crítica no deja nada suelto, parece que hemos estado sentados todos juntos en la orchestra, jajajaja. Todos los espectáculos que cuentas me parecen ideales, pero me quedo con las ganas de entrar en ese tugurio en el que habéis disfrutado de Assassins; la experiencia con Titanic me hace pensar que tuvo que ser algo similar, ¿me equivoco?
Para nada te equivocas! Fue algo muy parecido, con la diferencia de que de la Menier Chocolate Factory y sus producciones ya había leído mucho y varios amigos me la habían recomendado encarecidamente.
EliminarNos acordamos mucho de ti y por supuesto de tu amiga la de la Campiña, pero pronto nos veremos juntos calentando terciopelo!!!
Acabo de leerte. Tengo invitados ahora. Mañana comento... Pero de momento: que envidia lo de Miss Saigon... Yo quiero pisar ese escenario! Y City... Yo ma-to, mi Tan Mutu!!!
ResponderEliminarInvitados?? Pues vete preparando que pronto vamos los tres pallá!! jajajaja
EliminarY sí, por tu Tam Mutu matamos todos los que lo hemos visto en ese delicioso City...
Ya te cuento in person, que te vas a enterar!!
Besos
Ya no sé ni a donde me llegan los dientes, pero no importa porque en febrero tiro para allá y me pongo al día aunque ya no pillo ese City of Angels que fliparía seguro.
ResponderEliminarExcelente crónica, gracias por hacernos partícipes
Santi
Pues que no te lleguen tan lejos porque si vas en febrero también podrás disfrutar de grandes cosas. De entrada Miss Saigon y Scottboro boys aún estarán (la primera por mucho tiempo)
EliminarPodrás ir a las previas de Beautiful!! Y podrás ir a ese bestial Assassins de la Menier que está hasta marzo.
Ah! Y también una pequeña joya de culto que se estrena ahora y que moriría por ver: It´s a bird, it´s a plane, it´s Superman! de nuestro adorado Charles Strousse.
En fin, que lo vas a flipar mayormente!
Quiero volver yaaaa!!!!!!
Ayy, no me riñas no me riñas, que lo había leído la semana pasada, pero de la envidia que me dio ni pude comentar. Bueno no era del todo envidia, que me encanta que os lo paséis tan bien y disfrutéis tanto. Ya me recompensará el Señor de otro modo.
ResponderEliminarjajajajaja quién dijo que la envidia era mala?? si es una de las mayores fuentes de inspiración que existen!! yo no hago esto para poner los dientes largos a nadie, y lo sabes!!, sino para compartir mis vivencias.
EliminarEs que si no lo cuento reviento!! jajajaja Ya me conoces
Y aunque hemos ido juntos a NY nunca lo hemos hecho a London, así que ya sabes, toma nota de la velada sugerencia, que el mundo sigue más allá de Fuenteheridos!!
Besos y ya sabes!
Et voilá ¡!!!!!!!(no digas que no te lo avisé….)
ResponderEliminarHijo, lo cuentas todo tan tan bien que incluso me parece que hubiera vivido algunos de los magicos momentos que describes… Jajaja
Bueno, poco ó nada mas que añadir, me habría encantado ver Assassins y faltó taaan poco, ¿verdad? pero bueno, mereció la pena ver el precioso y singular Teatro de la Menier . También me habría gustado ver City of Angels que seguro que fue una maravilla pero ahí si que no habría habido chance ni siquiera como standonas….
Siempre te lo digo no conozco a nadie que sepa aprovechar y exprimir el tiempo como tu. Ocho musicales en seis dias, y sin renunciar a ninguna otra actividad. Y creo que no han sido mas porque solo hay funciones de matiné y noche (si es lo que hablabamos a ti lo que te falta es que se instaure la “sesión guatiné” (a primerísima hora de la mañana!!!! Jajajaa).
Me quedo con Miss Saigón que te deja literalmente pegada a la butaca. Actorazos con mayusculas, puesta en escena espectacular y magistral dirección de orquesta. Si a ello le añades que tras la función, el Director de la orquesta, te hace un tour absolutamente exclusivo por las tripas del escenario donde se desarrolla toda la accion mientras te cuenta los entresijos de la obra y los actores…… Tocamos el cielo, flotamos (y nos dejamos bolsas olvidadas en el escenario….). Mil gracias por ello a Alfonso Casado talento, juventud y encanto made in Alcalá de Guadaira.
Y el privilegio total… haber compartido todo eso y mucho mas con vosotros.
Abraços e beijinhos!!!!
Paula
Ahora me tomaba yo un buen cuenco de ramen en bata guatiné!!! jajajaja
EliminarQué frío miarmaaa!! mucho más del que hemos pasado en Notting Hill, dónde va a pará!!
Te diré que tienes toda la razón, Miss Saigon fue genial, the Scottboro boys también, White Christmas algo menos pero bueno también... pero lo mejor sin duda alguna estar sentados en la misma fila, No se me ocurre mejor manera de acabar un año y empezar otro, de corazón te lo digo.
Ya tengo ganas de planear el próximo!!! A ver si emprendes rápido y te quedas libre una temporá!
Besinhos grandes como el escenario del Prince Edward!!
Por cierto te ha llamado la familia que conocimos en el restaurante en fin de año??? Es que estoy esperando y como veo que no llaman...
Qué maravilla! Una vez más, magistral descripción del género y pozo de sabiduría del que aprendemos los que, a pesar de nuestra afición, ni nos acercamos por asomo a esos conocimientos tan disfrutados y vividos. Muchas gracias. Un abrazo
ResponderEliminarManuel Casado
Entre la envidia que me corroe y mis dedos atrofiados por mi artrosis prematura me ha costado trabajito entrar de nuevo en el blog. ¿Cómo se te ocurre irte sin mí? No sé si se me va a olvidar alguna vez. Qué quieres que te diga? Tú lo dices todo con tu estupenda crítica...como dicen todos, en cierta manera, cerrando los ojos me imagino que he estado allí con vosotros...pero no es verdad...qué coraje tengo!!!
ResponderEliminarAdemás, alguno de estos musicales ni los conozco y tiene una pinta increíble. Maravilloso el video de Miss Saigón y lástima que no haya video de ese City of Angels del que vienes tan entusiasmado...yo también recuerdo lo agradable que fue la sorpresa de Titanic en ese pequeño teatro.
Bueno...que en el fondo me alegro de todo lo que has disfrutado. Besos.
Conso
En el fondo pero mu al fondo??? Tan al fondo como los restos de ese Titanic que tanto nos gustó??? jajajaja
EliminarAy querida! Tú sabes que muchas veces las circunstancias son favorables y otras sencillamente no, por oportunidad, fechas, compromisos, por lo que sea. Pero eso no quita que no volvamos a disfrutar juntos de muchas otras cosas en el futuro más o menos inmediato!!
Así que vete preparando y ahorrando!
Y no vuelvas a dejarnos huérfanos de tus observaciones y comentarios en el blog o te vuelvo a castigar sin postre!! jejejeje