June is bustin´out all over (Tonys 2015)
La noche del domingo pasado no fue una noche más. Era el primer domingo de junio, y ya sabemos que igual que el carnaval, el corpus, la pascua o acción de gracias, aunque no tengan un día fijo en el calendario, siempre acaban llegando para recordarnos que ha pasado otro año más.
Los Tonys también, puntualmente, convirtiendo éste en el mes sagrado del teatro musical, como las fiestas dionisíacas que emborrachaban a los griegos al acabar la siega. En Broadway se celebra el fin de la recolección enfilando la primavera, y se premia a los mejores frutos de la temporada reconociendo el duro trabajo de sembrar espectáculo año tras año.
¿A los mejores? Eso parece discutible, porque cada año son muchos los que se quedan atrás injustamente, y este año ha habido grandes olvidados en la gran bacanal que es la fiesta del teatro. Finding Neverland, Doctor Zhivago, Gigi, It shoulda been you, Side Show, The last ship... son un ejemplo de ello. Grandes apuestas de un año fértil como no lo había desde hacía tiempo que han sido prácticamente ignorados en las principales categorías. Y eso suena a injusticia, al igual que haber ignorado a Glenn Close (A delicate balance), Hugh Jackman (The River), Roger Rees (The Visit), Tyne Daly (It shoulda been you) o Howard McGillin (Gigi). Además de otros muchos.
Así es la vida, y así son los Tonys, y los Oscars, y los Emmys... Un selecto grupo de elegidos se pegan un atracón de teatro en dos o tres meses y se apresuran a emitir su voto, influenciados sin duda por lo que marca la biblia del showbusiness de pedigrí, osea, la crítica del New York Times. Lo que el público aplaude no siempre importa tanto, porque han sido muchos los espectáculos que han tenido una gloriosa carrera independientemente de las críticas y los premios, pero por lo general éstos son dos requisitos obligados de permanencia o no en cartelera.
En la terna de este año, tanto críticos como votantes -peña de cerca de 900 actores, productores, coreógrafos, autores, músicos, etc. designados por el American Theatre Wing, The Broadway League y varias asociaciones teatrales más- han coincidido en premiar dos obras jóvenes y frescas, dos productos que afirman que el teatro americano sigue vivito y coleando. En la categoría de teatro de texto: The curious incident of the dog in the night-time, y como musical Fun Home. Y parecen haber sido decisiones unánimes.
Fun Home se ha sabido montar sobre los lomos de obras tan sólidas como An american in Paris, The Visit y Something Rotten. ¿Por qué? Vete a saber, pero la pieza escrita por Lisa Kron y Janinne Tesori sobre las memorias de Alison Bechdel, hija del dueño de una funeraria (de ahí el "Fun" del título) gay como su padre -aunque éste no lo reconozca- tiene toda la miga y también la originalidad que se puede desear a estas alturas. El primer musical de la historia con protagonista lesbiana... ya solo por eso suma puntos en las votaciones, que no estamos diciendo que no lo merezca, por muy potentes que fueran sus contrincantes.
Fun Home ganó al romanticismo con mayúsculas de la emblemática película de Gershwin llevada al teatro por vez primera, un paseo por lo mejor de su música con baile a la orilla del Sena.
Fun Home ganó a la última pieza de uno de los equipos más importantes de la historia del musical, John Kander y Fred Ebb, estrenada en Broadway mucho después de su creación. Y con Chita Rivera como "visitante" de excepción.
Fun Home ganó al éxito sorpresa de la temporada Something Rotten (Algo podrido), a pesar de contar la divertidísima historia de los dos hermanos que inventaron el teatro musical, y no nos referimos a George e Ira Gershwin, sino a dos autores de finales del XVI que locos por conseguir un éxito teatral descubren cómo mejora todo cuando sus personajes se ponen a cantar y bailar. ¡Y que tiemble El Bardo!
En fin, vamos a suponer que el éxito del primer musical con lesbiana reivindicativa -hiperpolíticamente correcto- y con un score más que interesante (firmado por la autora de Caroline or Change y Thoroughly modern Millie) de verdad se mereció el brillante disco giratorio al mejor nuevo musical. Habrá que verlo y cuanto antes.
Los revivals de este año solo eran tres y no cuatro como siempre. No me preguntes por qué, ya que algunas producciones tan interesantes como Side Show o tan fastuosas como Gigi se han quedado fuera del paraíso. Tanto los marineros saltarines de On the town como los extravagantes pasajeros de On the 20th Century han caído batidos ante la institutriz inglesa y el rey siamés. The king and I se llevó el premio tal vez por su fiel y correcta puesta en escena, y porque, nos guste o no, Rodgers y Hammerstein siguen revolcando a los Bernstein y a los Coleman que en el mundo han sido.
Precisamente de este show sale la ganadora del Tony a mejor actriz de musical de la temporada, por fin la deliciosa Kelly O´Hara y tras cinco decepciones anteriores logró llevarse el trofeo a casa. Nos alegra que era una de las pocas divas que aún no tenía el premio en su repisa, aparte de que parece como si este personaje hubiera sido escrito para ella y nadie más (con permiso de Gertude Lawrence, Angela Lansbury, Donna Murphy o la mismísima Elaine Stritch). El mejor actor sí que tenía Tony, el genial barbero de Fleet Street Mr. Michael Cerveris, haciendo del complejo padre reprimido de Fun Home. Cerveris, otro de los grandes, y una de las mejores voces que suenan en los locales del Great White Way.
Podríamos seguir y seguir comentando un poco de todo. los otros premios, las obras de texto y sus protas, las mejores anécdotas y los mejores momentos de la ceremonia -con unos geniales, divertidos, canallas Kristin Chenoweeth y Alan Cumming-, los modelitos de los/las asistentes etc. Pero no os asustéis que va a ser que no, que lo mejor que podemos hacer ahora es dejar ya de leer y deleitarnos con algunos de los magníficos números musicales que, un junio más, convirtieron la gala del Radio City Music Hall en la mejor fiesta del año. No te quepa duda.
Todo un desparrame de obras. Nada menos que 37 nuevas producciones este año y es que Broadway siempre será Broadway.
ResponderEliminarUna pena que tras pasar los Tonys y a la vista de los resultados "The visit" y "Gigi" salgan de cartel en poco más de una semana.
La ceremonia sin tener esos brillantísimos números con Hugh Jackman o Neil Patrick Harris de otros años, estuvo ágil y divertida con las bromas de los presentadores.
En fin, un gustazo.
Como siempre, Angel, un gustazo leerte.
También The Visit??? Ay qué disgusto Paco! Me quedé sin ver a Chita y esa pieza medio maldita de mis venerados Kander & Ebb. Pues ya no voy a NY ea!
EliminarLas compañías aéreas se lo pierden, y el hotel o el apartamento airbnb, y el resto de los teatros y la cola del TKTS con el juego que le doy yo cuando me voy una semanita para allá.
Pero es que no es justo que tres de los shows que me llevaban a volver a cruzar el océano se hayan caído del cartel de tan mala manera, y hablo también de Doctor Zhivago y Gigi. No hay derecho!
Te juro que cogía ahora mismo a los cuatro niñatos de Jersey y al jodío Rey León y los estrellaba!! Stop the world! I want to get off!!!!!!
En fin, la vida sigue y ¿quién sabe? Lo mismo el mes que viene algunas de estas pobres grandes obras defenestradas van y las traen a Londres, yo desde ya me pongo a rezarle a Santa Rita que es la de los imposibles. ¿O le rezo mejor a Santa Chita?
ResponderEliminarEsta semana, y como cada año después de 5!!, hacemos una pequeña crónica de la gran fiesta del teatro comme il faut y pego algunos de mis momentos favoritos de la gala, pero si los quieres ver todos, todos los numerazos musicales me refiero, sal de aquí ahora mismo y vete al blog Love 4 Musicals que como cada año –y también van 5, felicidades desde aquí a su MC mi amigo Paco- nos regala la gala enterita. IMPRESCINDIBLE.
Yo solo cuelgo cinco de mis favoritos, por no cansaros mucho.
Empezando por ese showstopper en el que Bryan d´Arcy James (Smash) y Brad Oscar (The Producers) nos cuentan lo que es “A Musical”. Genial! Y perfecto para arrancar una ceremonia en la que el musical es la estrella.
Continuamos con los marineritos de On the Town y mi amigo Tony Jazbeck saliendo de entre el respetable cantando ese precioso Lucky to be me, justo antes de subir al escenario a dejarnos con la boca abierta con su New York New York…
Y luego On the 20th Century con una Kristin Chenoweeth maravillosa, regresando por la puerta grande a Broadway con todo el éxito que se puede tener, a pesar de que su Tony se lo haya birlado la O´Hara.
En éxito que también está teniendo An american in Paris por lo menos nos promete una larga permanencia de este show, esperemos, aunque su prometido “best musical” al final haya caído en las manos de Fun Home. Qué música, qué bailes, qué decorados, qué cast!! Who could ask for anything more???
Y acabamos con el musical que nunca veremos, a no ser que cojamos ahora mismo un vuelo a NYC porque el domingo pegan el cerrojazo. The Visit. Sin comentrarios.
Y no me enrollo más, miradlos todos en LOVE 4 MUSICALS
Más quisieran los oscars y los grammys tener el nivel de esta gala que te deja la boca abierta con cada actuación. ¿Pero alguien me puede explicar qué hacía Jennifer López entre los actores y cantantes de teatro?
ResponderEliminarQue narración más completa de la gala, cuando consiga verla me va a parecer que esté viendo algo en lo que he estado presente tras leer tu crónica. La verdad es que es una grandísima injusticia que se retiren esos espectáculos maravillosos de las marquesinas porque a tres o cuatro modernos no les parezcan merecedores de premio, y que pena por la gran Chita Rivera...
ResponderEliminarEl mundo es muy injusto en ocasiones, y esta es una de ellas.
Me encanta un american in paris, pero Fun Home es el mejor que he visto ultimamente, hughs angel
ResponderEliminaryou´re the best ever!
Sam